todos estamos igual

lunes, 26 de enero de 2015

¿Negociar con Irán es pactar con el diablo? El gobierno de Obama negocia la impunidad de todos los atentados terroristas cometidos por Irán en el mundo, incluído el de la AMIA, a cambio de un incremento del intercambio comercial, lo cual provoca la indignación de Julio Schlosser, Marcelo Birmajer y Marcos Aginis. Las escuchas se conocerían mañana en el programa de Mariana Fabbiani y Angel Debito


El secretario de Estado estadounidense John Kerry y el ministro de Exteriores iraní Mohammad Jawad Zarif se reunieron en Davos, Suiza, el jueves, según afirmó un alto funcionario del Departamento de Estado, y esta fue la última de una serie intensiva de conversaciones para llegar a un acuerdo sobre el programa nuclear de Irán.

No hubo información directa sobre si los dos hombres reunidos durante una hora se acercaron a un acuerdo para frenar el programa nuclear de Irán, a cambio de que se terminen las sanciones económicas occidentales en Teherán.

Después de haber vencido el primer plazo para el acuerdo, las dos partes están buscando ahora llegar a las bases de un acuerdo en marzo, y luego un acuerdo final de largo plazo para el 30 de junio.

Kerry y Zarif se reunieron como la semana pasada, en Ginebra y en París.

Zarif, al hablar en un panel en el Foro Económico Mundial en Davos, advirtió que si avanzaba en el Congreso de EEUU el proyecto de ley para ampliar las sanciones contra Irán, puede malograrse  el proceso de negociación entre Irán y las grandes potencias sobre su programa nuclear.

Algunos legisladores de los dos principales partidos políticos de Estados Unidos han apoyado nuevas sanciones contra Teherán, algo a lo que el presidente estadounidense Barack Obama se opone, mientras prosiguen las negociaciones.

"Un proyecto de sanción por el Congreso de Estados Unidos puede liquidar nuestro plan de acción conjunto", dijo Zarif refiriéndose a un acuerdo provisional adoptado en noviembre de 2013. "El presidente de Estados Unidos tiene el poder de veto, pero nuestro Parlamento tendrá su contra-acción y nuestro presidente no tiene el poder de veto".

(Informe de Warren Strobel y Paul Taylor, editado por Christian Plumb, fuente REUTERS)