todos estamos igual

lunes, 13 de diciembre de 2010

Quién quiere estar con un pollo degollado

Los campos magnéticos




Los que siguen La otra (en sus diversas variantes: revista, radio, blog) saben del fanatismo que tenemos por The Magnetic Fields, la banda comnadada por Stephin Merritt, uno de más los grandes compositores de canciones de todos los tiempos. Debe haber muy pocos casos de alguien consagrado tan tercamente a llegar a la perfección en lo suyo como Merritt en la búsqueda de la canción perfecta. El desvelo amoroso es el tema excluyente de su obra y su creatividad para encontrar siempre nuevos matices a un tema tan transitado resulta asombrosa. Merritt ha compuesto no una ni dos, sino varias decenas de canciones perfectas. Quien lo probó lo sabe. Básicamente se trata siempre de alguien enamorado y por lo general no correspondido, y donde muchos otros compositores se permiten caer en lugares comunes Merritt siempre logra sorprender. Sus canciones de amor son pequeñas acuarelas resueltas en pocos trazos, pero la conjunción entre melodía, métrica, rima, romanticismo, tristeza, autoironía y muchas veces abierta comicidad, revelan a un artista de energía creativa furibunda e indeclinable.

Lo mejor es siempre seguir con mucha atención el desarrollo letrístico de esas miniaturas perfectas en su idioma original. Pero aquí en Buenos Aires hay un trío de cantantes-autores cuya admiración por el arte de Merritt los llevó a proponerse una tarea dificilísima: traducir la gracia del original al castellano porteño. Ellos asumen la dificultad, pero la recompensa que encuentran parece residir en que rehacer estas canciones les permite aprender los más preciados secretos del arte de la canción popular. Los Campos Magnéticos son Alvy Singer, Nacho Rodríguez y Rubin tienen sus respectivas carreras solistas, pero se juntan para recrear el arte de Merritt en un contexto porteño. Acaban de sacar su primer disco y hay que reconocer que hicieron su tarea con un evidente amor por las canciones. Digamos que no se trata de comparar el original con la versión, sino de disfrutar cada una por separado. Escuchar a Los Campos Magnéticos puede ser una muy buena iniciación para acercarse luego a The Magnetic Fields (para aquellos que no los conozcan); y a la inversa, los que empiezan por conocer a la banda de Merritt pueden disfrutar de la recreación argentina. Sea como fuera, el disco que sacaron Alvy, Nacho y Rubin es muy bonito y sus doce canciones son enteramente disfrutables.

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