todos estamos igual

viernes, 22 de octubre de 2010

Mientras todos corren

La encrucijada: el peronismo, 
el kirchnerismo, la Argentina

por oac

Hace apenas diez días (hace mucho, mucho tiempo) se había generado un debate en la blogosfera acerca de las posibles maneras de pensar la relación entre peronismo y kirchnerismo. El disparador fue el cruce de un par de notas muy comentadas por esos días: una de Verbitsky acerca del proyecto presidencial de Scioli (que motivó, entre muchos otros comentarios, estas dos frases de Artemio López: "La coherencia con el proyecto original no puede ser otra que ganar esas elecciones y a cómo dé lugar. No hay, ni habrá en democracia, nada más importante para el peronismo") y un reportaje a Sandra Russo en el cual ella expresaba que "el kirchnerismo es algo superador del peronismo". Yo mismo escribí un post en el que afirmaba que "si el kirchnerismo va a aportar algo relevante a la historia argentina, entonces en algún momento tendrá que dejar de identificarse como peronista. Las generaciones que tienen que llevar a cabo las nuevas transformaciones políticas que se requieren han llegado a la vida hace diez minutos y no tienen por qué llevar en su mochila un ícono tan pesado (y tan ambivalente) como el del General Perón. Lo que se viene puede integrar la tradición peronista, pero no se puede subsumir a ella". El amigo Daniel Cholakián, colaborador de La otra y conductor del programa de radio Mientras Todos Corren (viernes de 20:00 hs., FM La Tecno, 88.3 Mhz, www.fmlatecno.com.ar), me llamó para invitarme a charlar hoy sobre la cuestión del peronismo en la actualidad política argentina.

Apenas unos días después de aquel debate, se realizaba un extraordinario acto de celebración del 17 de octubre en la cancha de River, convocado por Hugo Moyano, con la concurrencia de más de 100.000 personas. El acto, en el que estuvieron presentes la presidenta, Néstor Kirchner y Daniel Scioli, y en el que faltaron los "gordos" de la CGT (cosa que fue oportunamente destacada por la prensa corporativa), significó una deslumbrante exposición del poder de movilización del moyanismo, aliado principalísimo del gobierno; los empresarios que participaban en Mar del Plata del coloquio de IDEA se mostraron muy preocupados por la contundencia de la convocatoria, en la que Moyano volvió a impulsar el proyecto de participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas; fue además una advertencia para cualquier futuro gobierno que quisiera desandar el camino de las reformas que en estos años emprendió el kirchnerismo: ¿podría el radicalismo o el peronismo de derecha gobernar contra la CGT? El acto de River volvió a plantear la cuestión de la potencia política del movimiento peronista, con todos sus matices y contradicciones.

Pero eso fue hace una semana, hace muchísimo tiempo. Porque nadie podía imaginar lo que se venía: el pasado aún nos esperaba en el futuro, la exhibición de la cara más siniestra de la vieja burocracia sindical, que perpetró el asesinato del militante del PO Mariano Ferreyra. Pedraza logró en pocos minutos lo que Magnetto, Cobos, Carrió, Solanas, Macri, De Narváez, Duhalde, Solá y Reutemann no lograrían en años de desgaste: poner al gobierno kirchnerista al borde de su propio abismo, someterlo con dureza a una prueba decisiva acerca de la autenticidad y la firmeza de la política en favor de los Derechos Humanos y contra la impunidad, política reivindicada por el kirchnerismo como eje principal de su gestión. De pronto, todo lo dicho y hecho en los últimos años se condensa en un solo acto: el asesinato de Mariano, la piedra de toque para determinar si la época de la impunidad, la violencia estatal y para-estatal se terminó en la Argentina. Son horas dramáticas, porque todo está por verse. 

El gobierno, falto de reflejos, parece que aún no tomó debida nota de la gravedad de este suceso ni de la posibilidad de que de un saque quede borroneado su compromiso con la justicia. O Cristina quiebra una larga historia de complicidad del estado argentino con la violencia represiva o será recordada como jefa del gobierno que no pudo sancionar el crimen de Mariano Ferreyra. Ahora ya no basta con decir (como hizo ayer la presidenta) que hay una decisión política de no reprimir la protesta social, o señalar que existen sectores que desde hace mucho apostaban a que se produjera una muerte; tampoco es momento para que el gobierno se dedique a interpretar el discurso mediático que, previsiblemente, sacará réditos de este crimen. Ahora hay una sola cosa necesaria y urgente: que el asesinato sea castigado y que se quiebre el espinazo de la impunidad en la Argentina: si eso no sucede, todo lo hecho tendrá sabor a nada.

En medio de esta encrucijada política tan inquietante, hoy conversaré con Daniel Cholakián sobre la actualidad del peronismo. A las 20:00 en La Tecno.

www.fmlatecno.com.ar (Escuchanos on line)
mientrastodoscorren.podomatic.com// (Escuchanos cuando quieras).

2 comentarios:

Lilián dijo...

Oscar, el link remite a un programa del 15/10, todavía no se subió el de ayer parece, pero estoy de acuerdo en mucho de lo que decís en este post, hacen falta más que palabras y menos de poner el foco en las miserabilidades de quienes van a aprovechar esta muerte.

No entiendo como pese a las imágenes grabadas y a los testimonios todavía no hay un solo detenido. Si es verdad que se hacen los osos para ir a declarar que se los cite por la fuerza pública.

Unknown dijo...

Lilian, efectivamente todavía no subimos el programa del viernes, prometo hacerlo lo antes posible, y avisarle a Oscar para que cambie el link.

Gracias por escucharnos.

Saludos, Daniel