todos estamos igual

miércoles, 16 de junio de 2010

Don’t look now

Postdata



por Liliana Piñeiro

Me quedé pensando sobre Don’t look now (Venecia rojo shocking), la película que vimos el sábado en La Tribu. Fue un placer mirarla, si por placer se entiende, en este caso, el hecho de disfrutar de una experiencia artística, más allá de las sensaciones asociadas a lo siniestro que este film provoca.

En el debate posterior a la proyección alguien cuestionó la verosimilitud de ciertas escenas. Camino a casa, reflexionaba que se le pide al cine lo que no se le pide a la literatura (a nadie se le ocurriría cuestionar la verosimilitud de un cuento de Cortázar, o de Salinger…). Y también recordé la definición que alguna vez me dio un profesor sobre los buenos cuentos: son aquellos que sostienen la tensión del arco, hasta que la flecha se dispare para dar en el blanco.

Es mérito del director Nicholas Roeg la traducción al cine de esa tensión (aunque no leí el relato de Daphne du Maurier, le supongo esta virtud): utiliza un efectivo procedimiento cinematográfico para lograr la representación de una profecía, la anticipación del tiempo que la misma implica y la posición subjetiva de los distintos personajes frente a la creencia profética. Y si toda traducción es traición, la misma está consumada en los mejores términos: el dispositivo recorta imágenes comunes y las convierte en indicios. La sospecha se instala desde el principio, Venecia parece hundirse en el agua y no ofrece un piso seguro para hacer pie. ¿Plano de la realidad o alucinación? La percepción está cuestionada, los tiempos se quiebran en su continuidad habitual. Bienvenida la ambigüedad, que tanto inquieta: tenso el arco, la flecha inicia su derrotero vertiginoso y el espectador también.

Tal vez hacia el final, el rostro de la asesina mostrando lo siniestro con su trazo más grueso, de nuevo la apelación a la verosimilitud… pero ¿qué importa? En el camino, el cine ha logrado su cometido poético: filtrar algo de lo indecible en la imagen. Más allá de las historias, una manera diferente de mirarlas.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

No estuve en al proyección y por lo tanto me perdí el debate. Pero qué se le criticaba?
El efectivo metodo al que te referis es el enpleo del flashfoward, que estaba muy de moda en los &0,70
y que tenía que ver con una alteración en la cronología de la trama por montajes, donde fragmentos de algo " por venir" se introducian mediante planos muy cortos, entre un secuencia lineal cronologica, por asi decirlo. Easy rider, por ejemplo, estaba llema de pequeños falshforwards, más o menos justicados en ese caso por la alteración temporal de la percepción de los personajes por el el uso de drogas alucinógenas.
En este caso el falshfoward está mas que justficado por la percepción paranormal que tiene el personaje de Sutherland. Yel filn es una lección del empleo del monataje, análogo tal vez a las piezas pequeñas, fragmentarias, del mosaico que Sutherland repara.
Y en cuanto a la cara de la asesina ( o asesino enano?) no veo donde está el problema del verosimil. Contame qué se le criticaba? y decime quienes fueron que les mando un enano encapuchado!
saludos

julieta eme dijo...

me gustó la definición de los buenos cuentos.

efectivamente, la película mantiene muy alta la tensión. sin embargo, no me dio miedo y a la noche pude dormir perfectamente. creo que los comentarios de Alejandro y de Hugo eran exagerados.

Liliana dijo...

Mmmm...mejor no los mando al frente, Ale. Loe enanos encapuchados suelen ser muy malos. Tal vez, sin capucha...

Juli: veo que no tenés problemas de insomnio.

saludos a ambos!

Oscar Cuervo dijo...

No me acuerdo qué le criticaban o quién criticó, porque predominaron los elogios (al menos de los que hablaban en voz alta). Las críticas verosimilistas son usuales en este tipo de films, y denotan que el espectador no se mete en el tipo de juego que el film propone.
Los flash fowards que menciona Alejandro eran un recurso que en ese entonces se usaba bastante; ahora acá Roeg lo combina con otro recurso: entabla ejes de miradas entre planos que ocuurren en distintos tiempos: Donal Sutherland mira hacia el fuera de campo y en el plano siguiente vemos a otro personaje, o a él mismo, y la sensación que da es que están cruzándose miradas que desde el punto de vista "verosímil" son imposibles, pero que en el jueog del film provocan una gran inquietud. Entonces no se trata simplemente de una alteración temporal sino de una tensión dramática indefinible.
En cuanto al "no miedo" de Julieta, creo que la película no es estrictamente del género de terror, hay un cierto horror que no se encapsula en los recursos propios del cine de género, que son los que habitualmente producen miedo. Creo que es una película de inquietud. La escena erótica de los protagonistas está narrrada con estos flashfowards con miradas al fuera de campo y produce una inquietud ue no se justifica por nada que ocurra EN las escenas, sino por el extrañamiento que se produce ENTRE ellas.
Definitivamente el cine de género puro ya carece de todo interés y sólo revive cuando se lo pervierte o se lo altera, como hizo Roeg en este caso.
Por último, el asesino es LA asesina: si la forma como está vestida no fuera suficiente indicio de esto, en el cast al final queda claro que tanto personaje como actriz son femeninos.

Anónimo dijo...

Julieta: es que tenías las expectativas altas... y la asesina ( sí era asesina sí) era enana!

Martha dijo...

Filtrar algo de lo indecible...
Me quedo pensando en ese párrafo.
Bueno. Muy bueno.
Martha

Hugo A. dijo...

Julieta querida,
¿Quién mencionó "miedo"?
¿Fue Ale R., de ojos azules,
o Hugo el de los ojos
color caramelo?

Lukas dijo...

huy Lili,
Leo tu texto y se me viene la cara siniestra de la enana!! Sospechas, indicios, realidad, alucinación..los tiempos se quiebran en su continuidad habitual. Me viene a la cabeza Muholland drive(El camino de los sueños) y el mal que se apodera de todo Hollywood..podria haber sido otra para el ciclo. Lynch sabe mucho de lo siniestro.

Oscar Cuervo dijo...

Lukas:
podría haber sido, pero Lynch ya está demasiado sabido por nosotros y entonces hay que olvidarlo para volver a verlo, si no en vez de ver sus películas estamos viendo las ideas que aprendimos sobre él. Lynch ya entró al canon del cine artie y Roeg quedó desplazado por la moda, por el mercado, por una carrera posterior no demasiado brillante o por la simple distracción.

Olvidemos a Lynch.

julieta eme dijo...

mmm creo que Alejandro habló de terror y vos hablaste de algo así como un estado de fascinación (como haber visto un ovni), según creo recordar...

besos.