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viernes, 16 de abril de 2010

Bafici I won't leave your love


por oac

A esta altura del Bafici no estoy aún harto de ver películas ni de recorrer los circuitos cotidianos que el Bafici impone, pero ya estoy harto de escribir reseñas. El problema es que siguen apareciendo muy buenas películas.

El día comienza con un mail de Raya Martin: "hello oscar little bit of problem, i'm not extending in argentina anymore so is there a possibility to move our meeting? do you have a number?". Prendo el celular para tratar de ubicar a Ricagno (que no tiene celular) y antes de que pueda empezar a llamar a personas que presuntamente se encuentren cerca de él, me llega un mensaje de texto de Gabito: "Los labios a Cannes". Le mando otro: "está confirmado? se puede poner en el blog?" (no sea cosa que se trate de apenas un sueño premonitorio del Gabi y el prestigiosísimo blog La otra quede de garpe). Diez segundos después respuesta del entrerriano: "Es oficial parece". Hmmm: "oficial parece" no parece aún lo bastante oficial. Yo: "pero lo puedo poner en el blog? cuando lo sepas avisame". Gabi: "Ya es público pibe. Que alegria.".

Alegría, sí. Sorpresa no. Es decir, no estaba pendiente de la preselección de Cannes y no tenía idea de qué títulos se barajaban. Pero yo confiaba en Los labios y en sus autores, aún antes de verla, como puede constatarse en las varias menciones a ambos cineastas durante el último año. Así sorprenderme, no. De hecho, cuando el año pasado hice el balance de aquel Bafici, escribí esto:

Hay cierto desfasaje entre el cine argentino que ha dado a luz esta última edición del Bafici y aquello que se hace visible en las discusiones de los críticos y de gente del “ambiente”. Mi sensación acerca del cine local que pude ver en el festival que ayer terminó (y también en el último festival de Mar del Plata) es que están filmándose películas que abren el juego, que no están tan preocupadas por su adscripción a una escuela o a un programa estético político, que se está empezando a filmar más en relación a las necesidades propias de cada artista y no tan pendientes de “lo que se usa”.

Películas como
La Tigra Chaco, Parador Retiro, Patria Rosa, Plan B, La risa, Excursiones, parecen reclamar un interlocutor más abierto e incierto que los compañeros de estudios de las escuelas de cine de sus realizadores. Creo que directores como Federico Godfried, Jorge Leandro Colás, Santiago Loza, Marco Berger, Ivan Fund, Ezequiel Acuña, no están poniendo el horizonte de sus expectativas en la camarilla de los críticos (Quintín, revista El amante) que se ha arrogado la dirección política del NCA, ni en los profesores e instituciones académico-comerciales (Filipelli, La FUC) que se apresuraron a declararse padres y madres de la criatura.

Precisamente esta última oración volvió adquirir vigencia en la ceremonia de apertura del actual Bafici. Ahí, antes de que empezara la proyección de Secuestro y muerte, la película de Filipelli que los programadores eligieron como emblema de esta edición, el viejo maestro de la FUC volvió a expresar su tesis acerca de los padres de esa criatura llamada Nuevo Cine Argentino: la FUC (o sea, él y sus discípulos), la revista El amante y el Bafici. De acuerdo con esta distribución de laureles a cuenta del día en que se escriba la historia Lucrecia Martel, Adrián Caetano o Nicolás Prividera, por sólo citar algunos nombres, quedan afuera del paradigma. También quedan afuera Santiago Loza e Iván Fund.

Ayer se anuncia la programación de Un Certain Régard y ahí entran en competencia, entre otros, Manoel de Oliveira (O estranho caso de Angélica), Jean-Luc Godard (Film Socialisme), Cristi Puiu (Aurora), Hong Sang-soo (Ha ha ha), Hideo Nakata (Chatroom) y -oh- Iván Fund y Santiago Loza (Los labios).

El año pasado, cuando estaban los programadores de Cannes en el Bafici, el establishment de la crítica argentina les recomendó que vieran Todos mienten y Castro. Los tipos las vieron y, por supuesto, no las programaron. En ese momento, los que ponían todas las fichas a los chicos FUC maltrataron o ningunearon a una de las películas argentinas que más me habían gustado: La risa. El día en que la vi (un día como hoy, después de una jornada agotadora) pasé por el blog y dejé esta reseña:

Otro grato descubrimiento: La risa. La película de Ivan Fund también se centra en un grupo de jóvenes, pero esta vez son jóvenes de suburbio al cabo de una noche de escabio. Fund los capta en el momento en el que la excitación del sábado a la noche empieza a declinar y la luz cruda del sol los muestra más bien insatisfechos, sin que ellos puedan dar cuenta de su desilusión. Hay una violencia contenida y también una ternura pudorosa. Fund parece admirar a John Casavetes y sabe aplicar una mirada casavetiana a estos rostros de la Argentina suburbana. Las actuaciones y el trabajo de una cámara muy cerrada y cercana a estas faces son estupendos. Quizá todo habría sido mejor si Fund se hubiera decidido a hacer una película más concisa: sus 90 minutos bien podrían haber sido 60 y su fuerza habría aparecido más concentrada.

En ese momento no sábía quién era Fund ni dónde había sido filmada la película. Por eso puse "rostros de la Argentina suburbana", mientras que en realidad la película se había rodado en la localidad de Crespo, provincia de Entre Ríos.

Volvamos al presente: ay críticos que no le ponían ni una sola ficha a Los labios y que ahora están apurados por recabar información. Les recomiendo que revean La risa.

Bueno, pasando a otro orden de cosas, ayer a la tarde en el barcito de la esquina de Guardia Vieja y Gallo (donde sirven unas milanesas a veces muy buenas y a veces duras) estuvimos charlando con Raya Martin y Alejandro Ricagno. Esto también es una consecuencia natural de mis años Bafici, el encuentro estaba escrito en las vísceras de los pájaros o en la borra del café. Considero a Raya uno de los más talentosos cineastas del mundo (como puede verse acá) y en los pasillos del Abasto hace ya varios años batallé duramente en defensa de sus películas. Ayer a la tarde hablamos con él y constatamos que, además de talentoso, es inteligente y amable, y que, a pesar del cine provocativo y juguetón que hace, es un joven muy serio y reflexivo (¿por qué diablos puse "a pesar de"?). Y me di el pequeño gusto de regalarle a Raya los números de La otra en los que cuento las peleas que libré aquí por su cine. Hi, Raya!;-)

Bueno, bueno. Ya dije que no tengo ganas de hacer reseñas, pero vi un par de películas de puta madre (acá la expresión está aplicada como un elogio entusiasta). La de Hong Sang-soo, titulada Jal aljido motamyunseo (jeje, así no la van a encontrar en el catálogo, búsquenla como Like You Know It All) no es tampoco una sorpresa: es buenísima, de lo mejor del festival, algo habitual en Hong. Lo divertido es que la película de este Eric Rohmer coreano transcurre en gran parte en medio de un festival de cine en el que los acreditados andan con sus credenciales colgando del cuello, igual que nosotros, y cabecean de sueño en medio de películas buenísimas, igual que nosotros. No sé si quedan funciones de Like You Know It All, pero la recomiendo con los últimos jirones de vida que me van quedando.



Pero no puedo terminar este texto (no tenía ganas de escribir y me salió más largo que nunca) sin mencionar la película que quizá se lleve un premio grande en la competencia internacional: Police, adjective, del rumano
Corneliu Porumboiu, el mismo que hace poco hizo Bucarest 12:08. La nueva es mucho, pero mucho, mejor. Una delicia de película, que sigue a un joven policía por las calles de una ciudad que supongo que es Bucarest (bellísima, otoñal, teñida de una luz azul plateada). El joven policía, a su vez, sigue a un joven que no es policía, pero lo está investigando porque la policía sospecha que es un narcotraficante, a pesar de que lo único que se sabe a ciencia cierta es que el pibe fuma hachís con un par de amigos. El asunto es que el policía joven no cree que su perseguido sea un criminal y no quiere perjudicarlo injustamente tan solo por fumarse un porrito. Pero la película apenas si nos muestra al joven porrista y, en cambio, nos hace un retrato fascinante del joven vigilante. Este policiía mantiene escrúpulos de conciencia que lo llevan a discutir con sus superiores hasta el significado de palabras como "conciencia", "moral" y "policía". El protagonista está casado con una profesora de literatura que le señala las faltas de ortografía de sus informes policiales. Y esta pareja joven y encantadora se encuentra (en un larguísimo plano secuencia que puede convertirse en la mejor escena del festival) discutiendo sobre los procedimientos retóricos que utiliza una bonita canción pop rumana cantada por Mirabela Dauer, titulada Nu te parasesc iubire. Miren: no tengo ganas de hacer una reseña, pero la película es buenísima.


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15 comentarios:

julieta eme dijo...

qué bueno lo de raya martin!!! felicitaciones por la entrevista!!! hoy voy al bafici. capaz nos vemos. besos!

Martha dijo...

Claro Oscar, aquella peli de Porimboiu estaba hecho con una miseria de presupuesto pero era buena,. Daba lugar a una reflexión aguda acerca de cómo se representa y como realmente ES un acontecimiento político y qué es aquello que perdura en el recuerdo.
Y queda el interrogante de si hubo o no una acción política a las 12,08 o ya todoe estaba consumado puertas adentro y la gente sólo respondió a la convocatoria de los medios de comunicación.
Muy actual esto último que yo decía en la crítica del 2007
Martha

César dijo...

A mi me gusto mas 12:08. De todos modos esta tiene momentos brillantes: la escena que contas de la cena y la "reunion" con el jefe cerca del final son memorables. Los rumanos parecen llevarse bien con la estetica del patetismo, la vida gris y los dialogos inconducentes. Sera el legado del socialismo real o el transito al capitalismo de ringtones (siempre sonando), o la convivencia de ambas cosas. No se, pero me encantan los rumanos. Acabo de ver "The happiest girl in the world" y confirmo mi celebración. En esta película hay mas humor, pero tambien mas sufrimiento: una chica de 16 años del interior de Rumania viaja a Bucarest a recibir el auto que gano de un concurso y toda la pelicula transcurre en el set de filmación del comercial que la presentará como ganadora. Ahi es humillada y maltratada por los organizadores al tiempo que debe soportar la permanente presión de sus padres para que venda el auto y les entregue la plata con el pretexto de que debe compensar el sacrificio que ellos hicieron por ella. "Actriz" de un comercial cuyas tomas se repiten hasta el hartazgo, e hija de unos miserables que la psicopatean sin respiro: la chica mas feliz del mundo. Me gustan los rumanos. Saludos

Oscar Cuervo dijo...

César:
quedás a cargo del departamento en asuntos rumanos de La otra. Creo que una parte del encanto rumano se basa en su extraña lengua, un poco español, un poco italiano, un poco catalán y varias cosas que son difíciles de definir. Y el otro encanto parece tener que ver con la melancolía que exhalan estos restos de lo anteriormente conocido como Socialismo.

A mí Police, adjective me parece infinitamente superior, más sugestiva y delicada, con un humor discreto y sombrío y otras cosas de las que Bucarest carecía.

Martha:
Police, adjective también es una película de bajo presupuesto, pero más melancólica, más sugerente y visualmente más bella.

manuel dijo...

Me parece que la critica le estaba dando poca relevancia en estos días, no vos, a una de las mejores películas de los ultimos tiempos, los labios. Da la sensación de que si no fuera por cannes nada habria pasado.
Son sensaciones que tengo, nose.

César dijo...

Oscar: desempeñaré el cargo con lealtad y patriotismo. Si asi no lo hiciere que Ceauceuscu y La Otra me lo demanden.

ugenia dijo...

Oscar, cuánto me alegra leer ésto! A mí también me gustó La risa, y odié Todos mienten y Castro. Cuando leí las críticas de La risa, y vi que ganaban Todos mienten y C, me sentí un poco fuera de lugar. Como tengo baja autoestima pensé: "no estoy entendiendo nada". Ahora te leo a vos y me alegra "no estar sola", je. Un beso!

Noriega dijo...

"Creo que directores como Federico Godfried, Jorge Leandro Colás, Santiago Loza, Marco Berger, Ivan Fund, Ezequiel Acuña, no están poniendo el horizonte de sus expectativas en la camarilla de los críticos (Quintín, revista El amante) que se ha arrogado la dirección política del NCA."
Bueno, como responsable máximo de la camarilla de El Amante creo que no es adecuada tu descripción. En la cobertura del Bafici del año pasado le dimos prioridad a Excursiones por sobre Todos mienten y Castro. De hecho yo escribí sobre Ezequiel Acuña y en contra de las dos películas de El Pampero. Y también cubrí muy elogiosamente el estreno de La Tigra.
Cuando generalizás tendés a agrupar cosas a lo pavote. En cambio quería comentarte que me resultó muy claro y justo el comentario sobre Ocio por más que a mi me haya gustado más que a vos.
Saludos.

Oscar Cuervo dijo...

Noriega:
este párrafo mío fue escrito como balance del festival 2009; y apareció antes de que ustedes publicaran el número con la cobertura de ese Bafici, así que no podría referirme al espacio que le otorgarían a Excursiones o al estreno de La Tigra Chaco (enero 2010), que sucederían después. En cambio, seguramente tenía en mente la nota que El Amante le había hecho a fines del 2008 a Filipelli, en la cual este director y El amante se asignaban recíprocamente un protagonismo en la fundación del nuevo cine argentino. Quizá también en el momento de escribir este párrafo estaba pensando en una nota tuya sobre "los niños ricos que tienen tristeza", en la que me dio la impresión de que dabas indicaciones generales acerca del rumbo que, según tu perspectiva, debía tomar el NCA.
Creo que, por ejemplo, desde la posición editorial que tu revista tenía el año pasado, el cine de Loza, Fund o Berger no era visible. Ni siquiera lo debatían. Sí debatían a Piñeiro y a Moguilansky.
Quizá ahora se les hayan hecho visibles Loza y Fund. Y más adelante se les hará visible Berger.
En fin.
saludos

Unknown dijo...

OK, Oscar lo escribiste el año pasado pero lo citás ahora.
Y todo lo que te estoy diciendo es de la cobertura del año pasado. Pronosticaste una corrida crítica favorable a Piñeiro y Moguillanski que no se dio (me atrevería a decir que ni siquiera Quintín se entusiasmó, pero no quiero hablar más que por lo que salió en El Amante).
No se trata de correr una carrera a ver quién descubre a quién antes sino, en mi caso, desmentir un alineamiento critico que me parece que solo existe en tu cabeza, y al que no te molestás en verificar si realmente ocurre en la realidad.
Por otra parte, jamás daría "indicaciones generales" y sospecho que si tuviera semejante pretensión, nadie me prestaría la menor atención. El mentado artículo que citás es solo una serie de opiniones con las que podés o no estar de acuerdo, nada más que eso.
Saludos.
Noriega

Oscar Cuervo dijo...

Noriega:
indico que lo escribí el año pasado sólo para mostrar que no podría tener en cuenta que en el número de enero de 2010 ibas a hacer una crítica elogiosa de La Tigra Chaco.

Por otro lado, en esa cita hablo de películas que ni siquiera habían sido tenidas en cuenta por El amante. Y sí, apareció en tu revista un debate entre quienes consideraban a Matías Piñeiro y a Moguilanski los Orson Welles de las pampas y los Rivettes del cono sur y quienes discrepaban con ello. Ese debate instala estas películas en el centro de la producción cinematográfica argentina. Las de Loza, Fund o Berger no existían.

Yo el día siguiente del Bafici dije esto:
"Hay cierto desfasaje entre el cine argentino que ha dado a luz esta última edición del Bafici y aquello que se hace visible en las discusiones de los críticos y de gente del “ambiente”."
Me refería, claramente, a una invisibilidad. Esto no es una piedra del escándalo ni un delito, obrviamente, pero considero que analizar estos criterios editoriales forman parte del intercambio de la crítica (no solo una clasificación binaria "a favor/en contra", toda vez que en revistas como El Amante y en escenarios como la apertura del Bafici unos a otros se otorgan la paternidad del NCA sin que nadie, en esos mismos espacios salga a cuestionar tales atribuciones.
Por supuesto, ustedes no tienen por qué cuestionarlo si están de acuerdo. Yo no estoy de acuerdo, lo cuestiono.

Por alguna razón estas cuestiones de paternidad se instalan en revistas de cine y en aperturas de festivales. No deberías molestarte si esas tesis son materia de debate.

saludos

Oscar Cuervo dijo...

Sí, Noriega: esa afirmación mía fue refutada por el número siguiente de El Amante. Y creo que también es cierto que Acuña siempre ha sido bien considerado por tu revista. Creo que es un contraejemplo que le quita fuerza a mi párrafo. En el momento en que lo escribí quería señalar que Excursiones valía mucho más que las "películas acontecimientos" (Castro y Todos mienten) que parecían acaparar la atención de todos, a favor o en contra. Creo que con el correr de los meses Excursiones creció en la consideración de todos a medida que Todos mienten y Castro fueron menguando. Yo también sostenía (y creo que el tiempo me dio la razón) que hubo en el Bafici 2009 una segunda línea de films y cineastas a los que no se les prestó suficiente atención, que a la larga prevalecerán: Los labios en Cannes invitará a revisar la obra previa de Fund y Loza. Creo que pronto pasará algo parecido con Marco Berger. Mar del Plata 2008 ya había traído a La Tigra Chaco y a Parador Retiro. En todos los casos, películas sin el marketing FUC/Filipelli/Llinás y que se fueron imponiendo sin padrinazgos.

Fuera del contraejemplo Acuña, creo que a vos te cuesta admitir que la línea editorial de El Amante se define no sólo por las presuntas polémicas internas de sus redactores, sino por el cine que queda excluido de vuestra consideración o al que solo se le otorga un lugar muy marginal.

En cuanto a tu nota sobre los niños ricos, sostengo que, más que una serie de opiniones, había una intención de marcar un rumbo para el NCA. Tendría que buscar en mi colección de El Amante para marcar esos párrafos. No sé si es imprescindible hacer esa relectura, pero en todo caso no será la noche después del Bafici. Tengo que descansar un poco.

saludos

Unknown dijo...

Oscar, más allá de refutarte o debilitarte un párrafo me gustaría desbaratarte una idea. Esa idea es la de que le prestamos más atención a la FUC que a otras vertientes del cine y de que lo hacemos programáticamente.
La afirmación de Filipelli sobre la FUC, el Bafici y El Amante creo que es correcta en un sentido débil. La revista fue importante a mediados de los 90 en la aparición del NCA, de la misma manera en que lo fueron el Festival y la Universidad del Cine.
De ahí a suponer que nos encerramos en un triángulo diabólico para encorsetar al cine argentino hay un paso muy grande que vos das demasiado livianamente, sin que se vea verificado en los hechos.
Si te fijás, mis impresiones sobre Castro y Todos mienten son parecidas a las tuyas, así como con La tigra y con Excursiones. Es probable que vos te hayas dado cuenta de que algunas de esas películas eran interesantes antes que nosotros. No tengo ningún problema en admitirlo y no me genera ninguna inquietud.
No sabría cuál película habríamos dejado de lado especialmente por culpa de alguna de la FUC. Sinceramente no creo que sea así.
Y en todo caso está el tema de los gustos. A mi Historias extraordinarias me parece fabulosa y a vos no. So what? Eso no me obliga a que me gusten las películas de Matías Piñeiro ni me convierte en un conspirador. Aprecio algunas de tus críticas particulares pero los sistemas que armás a veces me parecen muy disparatados y este triángulo diabólico es uno de ellos.
Ahora busco un link a mi nota on line a ver si es tan imperativa como decís.
Saludos.

Unknown dijo...

acá está, no parezco un general ordenando ejércitos sino más bien solo otro crítico rezongón:
http://www.elamante.com/content/view/783/1/

Oscar Cuervo dijo...

Noriega:

"Como lo hiciera en su momento fundador, el Nuevo Cine Argentino deberá salir otra vez a la calle, contactarse con el mundo real, ensuciarse con sus calles mugrientas, respirar su aire viciado y volver a reír. Ser libres otra vez, eso es lo que necesitamos. Y si no, que venga una nueva generación a escupir sobre nuestra tumba, que bien merecido nos lo vamos a tener".

El párrafo final de tu nota tiene un tono drásticamente imperativo: se trata de lo que el "Nuevo Cine Argentino" deberá hacer: "eso es lo que necesitamos". Me interesa pensar el lugar de esa enunciación.
"Y si no, que venga una nueva generación a escupir sobre nuestra tumba". ¿Nuestra? ¿Qué voz es esa de la primera persona del plural? ¿Quiénes son ese "nosotros"?

Mi hipótesis es que en esta nota te erigís en un estratega del NCA. No parece ser una simple opinión ni un rezongo. Está claro que te adjudicás una autoridad para decir lo que el NCA "debe" ser. Por más que le doy vueltas no se me ocurre desde qué otro lugar que no sea una dirección política del NCA te permitís hablar de un "nosotros".

¿Le dirías a los hermanos Dardenne o a Sokurov que volvieran a sonreir, o a Godard que abandone el tono sombrío de sus últimas películas y salga a la calle? Creo que no lo harías, con mucha razón, por más que sus películas te puedan gustar o no gustar. Pero al hablar de estos jóvenes directores del NCA parece que te arrogás alguna autoridad para indicarles cómo seguir.

Por lo que sé, Lisandro Alonso no tendrá en cuenta tus consejos. Y lo hace en uso de su libertad (no necesitaría "Ser libre otra vez", porque Fantasma es una película libre si las hay). Alonso hará la película que necesite hacer, con o sin sonrisas, de acuerdo a su modo oblicuo de expandir su mundo creativo, aún cuando su Fantasma te parezca carente de humor o sin contacto con la realidad. No creo que los cineastas deban recibir indicaciones sobre cómo filmar sus películas. Y creo que tu nota es un ejemplo de varias otras en las que El amante intentó adjudicarse un rol dirigencial del NCA.