todos estamos igual

lunes, 2 de marzo de 2009

Hienas

Por Oscar A. Cuervo

Hay un tono de crispación en la derecha argentina, aprestos de combate. Son gente peligrosa y está acostumbrada a mandar al precio que haga falta. El gobierno de los Kirchner no se caracteriza precisamente por promover políticas revolucionarias, pero los dueños tradicionales del país se salen de quicio por mucho menos: en los 200 años de historia nunca se han caracterizaron por negociar nada, sólo imponer condiciones. Y la derecha argentina es muy hija de puta: nunca escatimaron muertos ni les tembló la mano a la hora de hacer valer sus privlegios.

Por eso los Kirchner no la tienen fácil, nunca la han tenido: desde que Néstor Kirchner asumió en 2003 se encontró con el célebre ultimátum de Claudio Escribano en La nación (vocero de los intereses permanentes del poder de la derecha hija de puta): en los días previos a asumir su gobierno se encontró con un negro augurio publicado en la tapa hija de puta: el gobierno de Kirchner duraría menos de un año; "la Argentina ha resuelto darse gobierno por un año". Desde entonces, no ha pasado semana en que La nación no apostara a desestabilizar los mandatos de Kirchner y de Cristina Fernández.

La columna de ayer de Joaquín Morales Solá -un obediente mandadero de los hijos de puta- vuelve a desplegar una retórica que se ceba con la sangre (de los otros) y pretende apropiarse de un respeto a la institucionalidad que en los hechos siempre han despreciado. La pluma de Morales desborda de figuras violentas: “el drama del espectáculo callejero”, “el combate contra el campo”, “el camino para apurar el combate final”, “un periodismo (...) al servicio del régimen como sólo antes se vio en los países dentro de la órbita soviética”, “acelerar aún más los tiempos de la batalla”, “los ánimos predispuestos para otra sublevación”... No se trata evidentemente de un análisis periodístico, sino de un parte de guerra.

El motivo de esa prosa tan truculenta es la decisión del gobierno de promover una intervención del estado en la comercialización de los productos de la tierra. ¿Violaría esta iniciativa alguna norma constitucional? No. Además la derecha hija de puta nunca se ha hecho problema por las violaciones a la institucionalidad, siempre que fueran en favor de sus intereses. La nación, como vocero de los agrogarcas, ha apoyado sin mayores pruritos a las dictaduras más asesinas de nuestra historia. Hay una continuidad jurídica en estos medios y en instituciones como la Sociedad Rural (sector que se ha mostrado particularmente agraviado por la idea de que el estado intervenga en la comercialización del producto de la tierra) que es inequívoca: contra lo que piensa Beatriz Sarlo, La nación y la Rural son decididamente los mismos, generación tras generación, y siempre están del mismo lado. Un proyecto de intervención del estado en un área decisiva de la economía argentina está en consonancia con una tendencia mundial. En el caso específico de la Argentina, los intereses que se afectan son los de los sectores históricamente beneficiados por el modelo de “país granero del mundo”. Si el estado se reservara algunos instrumentos económicos, podría destinar una parte de la riqueza producida por el suelo argentino a la promoción de industrias que le agregarían un valor al producto agrario. Esto es un recurso de política económica discutible, como cualquier otro. Pero es una afrenta para los hijos de puta que nunca han querido discutir con nadie el modelo de un país del que se consideran dueños.

La derecha es hija de puta no solamente por tener las manos manchadas de sangre, sino por el cinismo con que invocan un respeto a las disidencias que jamás han profesado. Se ceban ante la idea de que el poder político legítimamente constituido ose discutirle públicamente su monopolio de la palabra, porque están acostumbrados a que los políticos sean sus dóciles empleados: cuestionar sus dictámenes es agraviante para ellos.

Y los dirigentes postulantes a convertirse en sus dóciles empleados no faltan. Quizá el caso más repulsivo sea el de Elisa Carrió: no hay otro personaje más funcional a la derecha hija de puta. Es triste escuchar a algunos subordinados políticos de Carrió ensayar modulaciones pseudoprogresistas y darle un barniz de socialismo, feminismo o defensa de las minorías marginadas a su práctica, cuando su autoritaria jefa política viene apostando, desde hace años, a promover un clima catastrófico (mediante oscuras profecías) que precipite el final anticipado del mandato de Cristina Fernández. Con ese fin Carrió no se ahorra ninguna bajeza: puede en un almuerzo en la DAIA decir que Kirchner le pega a la presidenta, puede decretar que “ya no hay estado en la Argentina” para arrimar argumentos a la desobediencia civil, puede lanzar ultimátums como el que pronunció ayer en la TV: “el gobierno sólo va a terminar su mandato si asume que debe cambiar”. Se podrá decir que Carrió es políticamente inimputable, pero lo cierto es que es la voz que amplifica los deseos más evidentes de la derecha hija de puta.

Probablemente su rol en la política argentina sea completamente subalterno, puede ser que su apriete verbal sólo tenga capacidad destructiva. Quizá no va a llegar a ejercer nunca un rol más relevante que éste de fantasma mediático. Posiblemente ella sólo vaya a calentar la pava para que otros se tomen el mate. Seguramente el próximo turno presidencial vuelva a ser ocupado por alguna vertiente del peronismo. A lo mejor algún día los dirigentes honestos de segunda línea que todavía siguen las directivas de este oscuro personaje adviertan que han sido idiotas útiles de la derecha hija de puta. O tal vez padezcan de la enfermedad incurable de ese medio pelo tan típico que siempre termina encolumnándose detrás de los hijos de puta.

27 comentarios:

Anónimo dijo...

Marche un té de tilo...
Me hace acordar este post a un sketch de Todo por 2 pesos en que los personajes repetían "hijo de puta" cada dos segundos. Lo más simpático de todo es que el post comienza diciendo "Hay un tono de crispación...". El tono de crispación es siempre en el otro (La Otra no se crispa, ama y odia y cuando habla de la sangre es siempre propia).
Pero lo interesante del post, es lo que se desprende de el y que se palpa también de un tiempo a esta parte, en el discurso de los seguidores K intergalácticos. Cuervo como buen exponente, si bien algo rústico, lo refleja a la perfección. De lo que hablo es de la alternancia entre dos mecanismos complementarios con que actúa la militancia de Fibertel: Gozar y Llorar.
Sobradores empedernidos o abridores de paraguas.
Bueno, parece que relampaguea y que la época de Sobrar ya quedó atrás. Quedan aún algunos tibios chisporroteos de magiclick fallado, pero ya pasó.
Ha llegado el tiempo del llanto, del pataleo, del "Profe! Profe! me están molestando". Pasaron del "son unos giles" al "son unos hijos de puta" mas rápido de lo que se esperaba (mucho mas rápido, si recordamos que La Idea eran cuatro períodos) y ahora a los que no saltan del barco, a los mas leales caballeros del maravilloso mundo del blog, les queda este gesto pintoresco y algo enternecedor: el de abrir un paraguas.
Para no mojarse como un hijo de puta.

M.J

Anónimo dijo...

No Mj, unos hijos de puta fueron siempre, vos se ve que vivis en babia. No estuviste en Argentina en estas ultimas decadas, o sos uno de esos hijos de puta

Anónimo dijo...

Que hijo de puta! ¿como te diste cuenta?

M.J

Anónimo dijo...

MJ, , TE PREGUNTARON SI ESTABAS EN BABIA O ERAS UN HIJO DE PUTA..
QUE CONTESTAS?

Anónimo dijo...

MJ:
bueh, supongamos que Cuervo es un zarpado que se le suelta la cadena dos por tres, supongamos que este es un blog de morondanga que leen 100 personas, supongamos que en donde dice "hijos de puta" lo cambiamos por "caballeros"... igual creo que el post dice otras cosas que valdría la pena pensar y que vos con tu mofa al Cuervo y a los cuatro periodos esquivás disimuladamente. Me hacés acordar a cuando la gorda va al programa de Majul dice que Néstor es un marido golpeador y hace una guiñadita a cámara. Pero del post se podrían discutir también
1) si un gobierno puede crear un ente mixto para la comercialización de granos sin que el país se caiga al abismo
2) si al final del período K y vista la incapacidad de las variantes mas o menos radicales o liberales, va a venir otro pejotista, como Reuteman o Scioli
3) si La nación se desgañita por las macanas de los Kirchner pero se quedó callada en otras oportunidades donde la Argentina estaba de verdad en el abismo
4) si la gorda es una incapaz que se agota en su paseo por los canales pero nunca va a articular una fuerza que sea una verdadera opción
y creo que habría otras más pero ahora no me acuerdo. Sería bueno analizar estos puntos que también están en el post en lugar de contentarse con sobrarlo al Cuervo

Anónimo dijo...

Lo anterior lo mandé yo, se me piantó el coso.

Anónimo dijo...

Creo que un punto de vista clave del asunto lo da el intendente de Moron, Sabatela. Que dice que el proyecto superador del kirchnerismo, que haga las cosas que los Kirchner no hicieron bien, tiene que partir del piso que dejaron las reformas de estos años pero tambien tiene que elevar el techo que esta muy bajo. Pero el problema es que las propuestas de la Coalicion, del Macrismo o del Duhaldismo no piensan partir de ese piso de las cosas que estuvieron bien, quieren destruir ese piso y volvernos al subsuelo. Sabatela es uno de los pocos que dice algo racional, no es dificil de entender pero se distingue de los otros que se oponen a todo, hasta a lo bueno, solamente porque lo hizo el kirchnerismo

Anónimo dijo...

Fordiano, si relees los cuatro puntos que escribiste te vas a dar cuenta que son obviedades que no necesitan de ningún análisis y que llegado el caso no demuestran absolutamente nada. En el post tampoco hay mucha tela para cortar mas allá de la vergüenza ajena que genera leer a un tipo crecidito, formadito y aparentemente muy enojado, repetir un insulto y que a medida que lo va repitiendo lo único que logra es que el texto pierda fuerza. Por eso me hacia acordar al sketch de Capusotto y Alberti.
Ahora al margen de lo chiquilín del post, a mi me pareció que el tono en el que estaba escrito reflejaba una percepción generalizada del no va mas y el consiguiente giro en los argumentos y en el discurso con que se defiende al gobierno (y se empieza a gritar "mano referí" donde antes se tiraban caños).
Para mi es lo único destacable de este post.
Pero vos sentite libre de hacer foco en la parte que mas te interese.

M.J

Anónimo dijo...

Que tal Oscar, estoy en un 99,9 % de acuerdo con lo que decís en esta nota. En esta estoy con vos, no hay que dejar que ganen terreno los hijos de puta del stablishmente que negocian con lo que les conviene, cambian los discursos todo el tiempo según les convenga, son veletas que solamente van a ese pedacito de tierra donde da el sol.

Es un momento mundial donde hay que acelerar un modelo socialista (semi comunista) pero con el consenso social y popular. Ellos quieren tomar la manija del poder que genera el consenso de las masas, desvían la atención con la inseguridad y otros discursos del miedo. Cambian todas las estrategias cuando les conviene.

Me acuerdo que hace un par de años decían que lo mejor era dialogar con el gobierno y poder discutir cuestiones. Luego con la traición de cobos decretaron que el gobierno no era más transversal y para más datos se opusieron todos para restaurar el orden anterior, conservador y asesino. Ahora no quieren dialogar nada, porque les tocan sus bolsillos y siguen ensalzando sus negocios como la única y última posibilidad de progreso argentino.


La verdad que en esta semana me tocó escuchar una sarta de pelotudeces comparable con casi nada. Por eso entiendo tu indignación Oscar. Ayer Reutemann decía que si el campo cosecha 150 toneladas de alimento... podrían dar de comer a la Argentina gratis... como?, no era que no había que dar dádivas. Otra vez la teoría del derrame?

En el fondo se discute que forma de producción queremos. Y mientras el mundo capitalista se viene abajo, evidentemente la gauchocracia y todos sus lacayos no quieren dar el brazo a torcer.

Anónimo dijo...

MJ:
no, no me doy cuenta que esos cuatro puntos que yo encontré en el post sean obviedades, ni que no necesiten ningún análisis. Tampoco me doy cuenta que pensás vos de esas obviedades y por que no hay que analizarlas, parecería que tienen algún signficado político, pero según vos está mal que lo pensemos, aunque no sé por qué.
Que no demuestran absolutamente nada, bueno, yo no las remarqué para demostrar nada, en realidad, porque lo que dije es que son cosas que se podrían pensar. Pero como en el fondo no decís nada al respecto y lo que para vos es evidente para mi no lo es, entonces es tu respuesta la que no me dice aboslutamente nada, excepto que además agregás como al pasar que se trata de una sensación generalizada del no va más. En resumen, que a vos te satisface no decir casi nada y de afirmar algo que sería una sensación generalizada que tenés vos pero no hace falta explicar.
En fin, con semejantes ideas difusas, si es que hay alguna idea en lo que decís, parece que no se puede discutir nada.
Así que sigamos diciendo los defectos del Cuervo, dale? Por suerte te tenemos a vos.
Gracias MJ, cuando tenga alguna duda te pregunto.

César dijo...

Los editoriales de Joaco son así. Joaco escribe desde lo mas alto de lo alto. Joaco es el Zarastustra de la prensa argentina. Vive en las alturas y a diario nos baja alguna de sus cavilaciones mas profundas. Esa pluma... ese estilo...esa pureza... esos abismos que nos advierte...esos cielos que nos señala. Gracias Joaco por la luz...

Oscar Cuervo dijo...

Fede:
una única aclaración, cuando escribí "la derecha hija de puta" no lo hice indignado. Vivo en este país hace ya unos cuantos años y fui viendo quiénes eran los sectores de esa derecha, fui aprendiendo con quién estuvieron (o mejor dicho, a quién pusieron) y cómo fueron avalando con explicaciones el estado de cosas que nos llevó donde aún estamos. De modo que no puedo creer el simplismo (para decirlo en términos esta vez neutros) de que éramos una sociedad armónica e integrada hasta que llegaron los Kirchner. Esta es la fábula que nos cuentan los Joaco, como los llama acá arriba César, y esta es la simplicidad de profecía que promueve un personaje subalterno como Carrió. Esa versión terminal de los conflictos argentinos atribuidos al marido golpeador y a la mujer bipolar no es producto de un análisis político incorrecto, es una versión intencionada. Su estilo se puede encontrar en otros análisis que en los 60 y 70 conducían a los golpes militares. Hoy no hay golpes militares porque los recursos del esteblishment son otros. La Argentina no estaba mal en el 66 porque Illia fuera una tortuga ni en el 75 la Argentina estaba mal porque Isabel fuera una loca manejada por un brujo. Para entender la simplicidad nociva de esos diagnósticos hay que tener en cuenta qué era lo que aquel establishment (que se parece tanto pero tanto al de hoy) y aquellos medios del establisment (que no se parecen porque directamente son los mismos) prepararon como solución contra la tortuga, la loca y el brujo: Onganía, Videla.
Hay que recordar también a la población suspirando aliviada porque al fin se habían hecho cargo de la situación unos señores caballeros (como los nominó inolvidablemente Borges).
Hoy no hay Onganías y Videlas, afortunadamente, porque las Fuerzas Armadas no existen como factor de poder, porque los EEUU están más preocupados por otras regiones del planeta (Obama quiere desplazar el foco bélico desde Irán hacia Paquistán y Afganistán), y también porque hay procesos judiciales que les quitaron a los genocidas argentinos el manto de impunidad de que gozaron. Ese manto judicial se los habían otorgado los sectores del establishment y los medios que nunca se refirieron a Videla, Masera y Suarez Mason como individuos peligrosos y violentos.

Así que cuando yo usé la expresión "la derecha hija de puta" no lo hice en un rapto de indignación, sino serenamente. Pensaba cuál es la palabra que mejor cuadraría a esta derecha que quiero describir y de la que Carrió es un vocero subalterno. No hablaba de "la derecha" en general sino de una que ha jugado y sigue jugando un rol muy preciso en la historia con la que yo conviví en mis años de vida. Trataba de encontrar una palabra que fuera la más precisa para mentar la diferencia específica de esta derecha de otras derechas posibles. Y la que se me pasó por la cabeza es "hija de puta". Porque pienso que han venido siendo hijos de puta y lo seguirán siendo cuando los Kirchner sean sucedidos por los que los sucedan.
No pretendo ganar el premio nobel de politología por decirles "derecha hija de puta", pero este es un blog de morondanga (como dijo con justicia alguien arriba) y la verdad es que el calificativo de hijos de puta es una expresión que les cuadra muy bien.
saludos

Oscar Cuervo dijo...

Gonzalo:
yo también miro con respeto y expectación a Martín Sabatella, más que nada porque hace una distinción que me parece necesaria entre el piso de reformas que el kirchnerismo ha establecido y el techo bajo que hoy estaría ofreciendo. También sé que si el kirchnerismo hoy decide subir ese techo, los ataque que va a recibir serían feroces. Y que los Carrió, Morales, Cobos, Macri, Solá, no apuntan a subir desde el actual piso sino a madarnos al subsuelo: granero del mundo, endeudamiento, más liberalización de la economía y menos intervención del estado. Y probablemente desandar lo conquistado en el plano de las garantías jurídicas (recordemos que la otra ofensiva de la derecha mediática de estos días la encarna Susana Gimenez, que sale a repudiar "esa estupidez de los derechos humanos" y a pedir que el estado se ciña a su función de policía, para matar a los que matan y darles su merecido a los consumidores de paco de 16 años que asesinaron a su florista.
Digo: hay una coincidencia objetiva en instalar desde los medios un clima social que propicie un incremento de la represión dirigida contra los marginados y una renuncia del estado a intervenir en la economía. No creo que haya que ser muy sagaz para vincular una cosa con otra.
Así que me parece correcto lo que dice Sabatella sobre el techo y el piso. Lo que me pregunto es cómo piensa construir Sabatella el entramado político, el sistema de alianzas y la presencia territorial que hicieran posible mantener ese piso y aspirar a ese techo, cómo hacer para que lo que propone Sabatella no sea un último estertor del Frepaso. No lo escuché decir nada al respecto.

Anónimo dijo...

Carlos Pagni es uno de esos mastines de La Nación al que es bueno leer toda vez que uno quiera descubrir el juego de la derecha. En esta nota que publicó ayer (http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1104608&pid=&toi=) arremete contra el discurso “único” de Cristina, contra su tendencia a no leer y contra la “carencia de programa del gobierno”
Claro, qué otra cosa puede escribir uno de los tantos publicitas de Cavallo y el desguace de los noventa. Pagni es de los que hablaban de “las reformas pendientes” ¿Se acuerdan?
Ahora bien, sobre el final de este texto obvio, el columnista de La Nación escribe:

“Esta orwelliana corrupción lingüística está al servicio del problema principal del Gobierno: la carencia de programa. Ayer sólo se habló de futuro para amenazar con brumosas intervenciones al mercado agropecuario y a los medios de comunicación. “

Atenti pebeta: “Brumosas intervenciones al mercado agropecuario y a los medios de comunicación” Ahí saltó la liebre y la vemos correr con toda su gracia y prestancia…
“Intervenciones al mercado agropecuario y a los medios de comunicación” (lo de la "corrupción lingüística" lo dejamos para otro post)
Cualquier repaso por los principales países del mundo demuestra que allí el Estado interviene y mucho en la economía y que en materia de medios de comunicación su participación es muchísimo más fuerte que acá. Pero ha sido tan profundo el retroceso ideológico que hemos experimentado en estas tierras, que plantear la necesidad de recuperar un rol más activo para el Estado es vizualizado desde “el mundo privado” como una herejía atroz. Ha sido tan efectivo el lavado de cerebro que hemos padecido que cuestiones básicas para los principales países occidentales acá son consideradas como de un izquierdismo socializante pernicioso.
He aquí la verdadera batalla del momento: La ideológica, pero con un adjunto: la memoria, porque hay que recordar y hacer recordar que en Argentina el comercio de granos, por ejemplo, estuvo en su momento regulado por el Estado, consecuentemente, no se quiere plantear nada del otro mundo.

Hemos escrito hasta el cansancio que con sus claroscuros, sus limitaciones y concesiones, el kirchnerismo ha tratado y trata de vivificar al Estado. Indudablemente su visión del rol del Estado es más acotada que lo que a muchos nos gustaría, creo que tiene sus limitaciones, pero no es ese el problema central. Lo central es que esa visión del Estado que para muchos puede ser tibia, tenue o limitada, es vista como algo directamente subversivo por el establishment que sale a operar en consecuencia como lo hizo el sábado mediante solicitadas por demás elocuentes.
Por ahí pasa la discusión con la derecha que recién está comenzando y nos insta a desempolvar ciertas literaturas que andaban por ahí arrumbadas.
Ya lo escribió ayer en La Nación el estanciero de Pehuajó: La madre de todas las batallas es ideológica.

Anónimo dijo...

Muy buena la nota de Pagni.

M.J

Anónimo dijo...

¡qué buen post, Cuerva, escribís como una verdadera hija de puta!
¿estás con la regla que estás tan histérica?

Anónimo dijo...

está con bronquitis, como Pedro y Pablo (ya pelados).

Anónimo dijo...

yo creo que está tratando de defender lo indefendible como un hija de puta...

Anónimo dijo...

Cuervo, te pagan por promulgar la paranoia golpista de Kirncher?
Todos lo quieren derrocar? ¿No puede ser que haya cada vez más gente cansada de que esta mafia se siga choreando todo como langostas sin hacer nada que realmente funcione desde que estan en el poder?
en serio, ¿recibís algun canje por la pauta, o es de puro corazón?

Oscar Cuervo dijo...

Efectivamente, nos dan 50.000 pesos por la pauta.

Anónimo dijo...

Si, ya sabíamos que te gustaba mucho la plata y eras un corrupto hijo de mil putas.

Anónimo dijo...

cuervo, no te entiendo, q sos?, un ingenuo o un boludo?

Anónimo dijo...

En billetes del Monopoly, no?

M.J

Anónimo dijo...

Anónimo, una pregunta ¿no se puede ser las dos cosas, ingenuo Y boludo?

Anónimo dijo...

Yo lo ví a Cuervo bajarse de su 4x4 para dar el curso de Heidegger...

Y el vestuario que usa...seguro que es de Dior!!!

Oscar Cuervo dijo...

MJ & otros:
sí, soy corrupto, ingenuo, boludo, recibo dinero, soy luterano, nihilista, pobre, cristiano, pedófilo y kirchnerista.

Anónimo dijo...

Pero sos buen tipo.

M.J