todos estamos igual

martes, 22 de julio de 2008

Todos nosotros estamos contentos


Dice Fede en un comentario enviado a este blog, a raíz de un post leido en otra parte:

"...que justo ahora los medios esten presionando al gobierno. Una ley de radiodifusión que limite la "concentración de medios" sería problemático para Clarín y otros grupos que monopolizan la opinión pública en la Argentina.
Los medios también contribuyeron a desetabilizar porque les interesa demostrar que tienen poder y de esta manera meten presión para que no se toque su posición monopolizadora, oligopólica y concentrada.
Kirchner negoció con estos grupos, porque en 2004 les otorgo las licencias por 10 años(para que no entorpescan su camino, cuando asumió tenia 25% de popularidad), pero si Cristina envian al congreso una ley que limita la concentración de medios pondría en jaque el negocio. Además de intereses económicos e ideológicos que los unen a todos, en un gran concierto..."


Fede:

no te quepa ninguna duda: el conflicto por el campo se hubiera desenvuelto por carriles más normales si Clarín no hubiera apuntado a atizarlo, a alentar a los duros para que exigieran más, a ponerles a su disposición una cámara las 24 horas del día durante más de tres meses, a concertar con ellos tener cámaras en los lugares en los que "de pronto" a las 20:00 hs en punto, horario en que empieza Telenoche, "espontáneamente" se produjeran cacerolazos de la "gente". Durante más de tres meses Clarín distribuyó los roles de héroes y villanos para explicar el conflicto del campo a "los niños". A unos los trataron como personajes pacíficos e ingenuos, cuando en realidad alentaron la violencia y crearon una especie de estado dentro del estado, decidiendo qué camiones pasaban y cuáles no, patoteando a los que se acercaban a los cortes de ruta a debatir con posiciones distintas. Todo eso se ocultó, y en cambio se pasó hasta el cansancio la piña de D'elía, todas las semanas, en los noticieros, en TVR. Clarín le dio al ciudadano cualunquista la lectura simple del conflicto: Campo vs. Gobierno; pantalla dividida para que De Angeli se burlara mientras la presidenta hablaba.

Los programas del grupo estuvieron disposición de De Angeli y Carrió, que salieron cuantas veces quisieron a monologar, sin que a Morales Solá, Santo, Bonelli, Castro, Tenenbaum, Blank, se les ocurriera jamás hacerles una repregunta delicada. Los movileros editorializaban a mansalva, con discursos más violentos y tonos más alarmistas que los de los propios chacareros.

Clarín quiso demostrar su poder, una advertencia para toda la clase politica de lo que les pasará a los que se le pongan en contra. Hacer que todos entiendan que "con nostros no se jode, somos el poder permanente, nosotros vamos a quedar cuando ustedes se hayan ido y vengan otros que también van a tener que negociar". ¿Te imaginás a muchos diputados osando levantar la mano contra Clarín, pensando que algún día puedan tener en contra al multimedios en un proceso eleccionario?

A ver: cómo imaginás que votarían Chiche Duhalde, Menem, Cobos, Rached, Bulrich, Estensoro, Rodriguez Saa, los radicales, los macristas, si tuvieran que decidir algo que afecte al grupo Clarín. La "gente" no va a querer meterse en un nuevo quilombo que "dividiría otra vez a los argentinos". Al contrario, a la mayoría de esa "gente" les encanta que la tele y los diarios les entreguen un relato predigerido de la lucha política, que les digan a quién hay que odiar, que la cámara siga a sol y sombra a algún diputado que tome la bandera de la Ley de radiodifusión, revisándole las cuentas y revisando su tacho de basura. ¿Habrá algún canal que revise el tacho de basura de Magnetto, de Ernestina herrera de Noble, que sigan a sol y a sombra sus desplazamientos y filmen a sus guardaespaldas, como si fueran mafiosos? ¿Te imaginás a Abraham, a Quintín, apoyando una ley que limite la concentración de los medios, o llorando como gatas en celo porque este gobierno ataca a la "prensa independiente"? ¿Te imaginás a Lilita diciendo que ella ya avisó que "ahora vienen por nuestros diarios"?

Qué querés que te diga, la veo complicada. Me parece que esta batalla hoy no tiene chances de prosperar, la sociedad está lejos de bancársela. ¿Vos ves a los partidos de izquierda apoyando al gobierno en una iniciativa así?

En suma: los pequeños chachareros pagan hoy lo mismo que los grandes terratenientes, el campo está en orden, como dijo alguien, pero Clarín parece respirar tranquilo porque no tiene amenzas a la vista.

Por supuesto: fue Kirchner el que le fue cediendo más y más poder a Clarín. Estaría tentado a decir: ahora que se joda, pero los que nos jodemos somos Todos Nosotros.

Oscar Cuervo

10 comentarios:

Estrella dijo...

¿Cómo me imagino que votaría Estensoro? Me imagino que no le importaría nada el grupo Clarín, que lo único que le importaría es lo que ella cree es mejor para todos (todos: palabra que tanto se repite en estos días). Claro que su visión podría no coincidir con la tuya o con la mía.
Pero, Oscar, por qué imaginás y suponés que no votaría en contra de los intereses de Clarín?

Oscar Cuervo dijo...

Estrella:
yo supongo que votará en contra de una ley de radiodifusión que atentara contra la concentración de Clarín, porque los de la Coalición Cívica y Clarín han sido hasta el momento tremendamente funcionales unos a otros. Porque la lider de esa agrupación (Carrió) maneja un concepto de libertad de prensa que nunca cuestioa el statu quo, dice que AMA al diario La Nación y está todas las noches en los programas de TN como columnista sin repregunta posible. Porque de cara a las próximas elecciones la CC no creo que se anime a tirarse contra el grupo. Porque Carrió no tolera disidencias en los partidos que crea y los maneja de modo verticalista. Y porque Estensoro me parece que expresa una forma del liberalismo para el cual lo sagrado es la libertad de empresa.

Ahora por supuesto yo puedo estar equivocado y la gente de la CC a lo mejor me dan una grata sorpresa e impulsa una ley de radiodifusión que limite la concentración de medios en unas pocas manos. Ojalá que sea de este modo, porque creo que se podría reuniri una interesante cantidad de votos en el parlamento para democratizar los medios de difusión y desmontar este peligroso dispositivo mediático que todos los partidos que gobernaron la Argentina democrática contribuyeron a fortalecer.

Anónimo dijo...

fe de erratas: la extensión por 10 años fue en mayo del 2005, no recorbada la fecha exacta pero sabía que había pasado.

Si leíste la nota de "La Nación", que está al pie de la nota en ese blog, dice entre otras cosas (con mis palabras)"que la ley de radiodifusión en realidad "estaría" bien porque a pesar de ser una ley de la dictadura (22.285), fue perpetuamente reformulada a posteriori por los gobiernos de Menem, De la Rua, Duhalde y Kirchner, para adecuarla al nuevo sistema de medios que tenemos hoy en día"

Lo que olvidan (u omiten) decir, es que las reformas que se hicieron a la ley fueron todas tendientes a la concentración de medios. Entre otras: que una sola persona pueda tener 24 estaciones, la imposibilidad a las cooperativas de participar etc, medidas, que benefician inequívocamente a los grupos concentrado.

Al respecto hay un libro "Mucho ruido, pocas leyes" (economía políticas de comunicación en la argentina 1920-2004). El libro explica cosas interesantísimas, como los medios fueron pasando de mano en mano según los gobiernos de turno.
Por ejemplo en los primeros gobiernos de Perón como se limitó la libertad de expresión y pensamiento y el mensaje ideologizado, porque los dueños de los medios se los habían dado a amigos del poder. Otro de los casos excepcionales, fue el inicio de la televisión: el gobierno de Aramburu firmó los decretos para las licencias 3 días antes de dejar el poder (obviamente a amigos, el peronismo estaba proscripto además). Los licenciatiarios no tenían que poner, porque solo les habían dado las licencias, entonces buscaron financiamiento en las 3 grandes cadenas estadounidenses. Así empezó la tele, como un negocio privado. Sin hacer siquiera un análisis detallado de los contenidos, podemos adivinar de que se trata esta televisión, de explotación comercial, con un modelo competitivo, formación de cadenas (en San Juan ven lo mismo que acá, con lo cual no hay producción), concentración de propiedad...

Con todos los pormenores es de esperar que Daniel Hadad este orgulloso de su éxito. Realmente fabuloso en tan pocos años.

Anónimo dijo...

sos un boludo cuervo, te haces el heroe pero lo primero que haces es subestimar a la gente. o vos te crees que alguien es tan estupido de estar en contra del gobierno solo porque clarin lo dice? eso es falso. la gente, esa cosa a la que tantas veces re referis, bobo, no come vidrio ni se deja engañar por cualquier tapa de diario.

Anónimo dijo...

Anonimo, no seas infeliz. Tu puedes!

Oscar Cuervo dijo...

Fede:

sí, la tele es un negocio privado como casi todas las otras cosas. Y los que manejaron el estado fueron cediendo más y más en su responsabilidad, ya que la empresas sólo tienen la concesión del aire, que no es privado sino público. Para agravar las cosas, la llamada "televisión estatal" nunca fue durante los gobiernos democráticos más que canales gubernamentales. Una ley de radiodifusión debería instituir también una televisión pública, pluralista, además de medios comunitarios y cooperativos. Pero para eso hace falta frenar la concentración.

Los gobiernos democráticos no sólo no velaron por los intereses públicos, sino que terminaron siendo suicidas. En la tradición golpista y desestabilizadora de la historia argentina, los medios siempre tuvieron una actuación siniestra.

Las fuerzas armadas hicieron su autocrítica (algunas con menos ganas que otras). Pero Clarín, La nación, editorial Perfil, Atlántida, Ambito Financiero, etc.,todas empresas colaboracionistas de la dictadura, jamás han hecho una autocrítica por fomentar el consenso para los golpes de estado, los golpes de mercado, los climas de desestabilización y el terrorismo de estado. Y cuando la matanza se estaba haciendo estos mismos medios (los mismos de hoy) la silenciaron, la negaron, justificaron a la dictadura, se publicaban todos los días en un simulacro de "normalidad" que jamás dejó entrever la criminal ajuridicidad en que la Argentina vivió durante décadas. Vos comprabas Gente, Clarín, La semana, La nación y estos medios jamás se preocuparon por informar lo que pasaba. Por supuesto que nunca denunciaron ataques a la prensa, a pesar de que desaparecían sus propios periodistas. Claro: el gobierno militar no atacaba a la prensa, porque la prensa publicaba lo que el gobierno militar disponía. Mayormente, esos medios tienen hoy los mismos dueños de aquel entonces. Y hoy ponen el grito en el cielo porque un instituto (Observatorio de la discriminación en los medios) de la facultad de ciencias sociales analiza presuntos contenidos discriminatorios en los programas. Escribas de la derecha palermitana denuncian a ese instituto como una suerte de gestapo. Incluso comparan a dicho instituto con un Panóptico, lo que demuestra que ni siquiera entendieron a Foucault!

Pero, Fede, yo te quisiera remarcar que ojalá fuera la tele tan sólo un negocio privado. Poder mediático es control de la información: el poder más concentrado y menos apegado al contralor público y a las regulaciones legales, el más mentiroso y manipulador, el más alienante y cínico, el que simula que la "gente" los vota todos los días y que ellos solo reflejan la realidad con transparencia.

Me temo que en el siglo XXI ningún pensamiento político podrá eludir el desafío que implica garantizar el derecho a la información, para el cual el concepto de "libertad de prensa" es un residuo abstracto del siglo 19. Más que un mero negocio, el poder mediático es un problema político de primer orden.

Anónimo dijo...

Oscar: está bueno que hayas mencionado el hecho de que un medio estatal, no debería hacer que tenga un corte "gubernamental" sino público. Antes de que te acusen de pro kichner. Yo critico que K les haya renovado las licencias por conveniencia, y también le reclamaría al estado que no baje línea en su canal que es el que supuestamente representa el interés de todos los argentinos.

El tema de políticas en comunicación ha sido un tema que realmente, esta ajeno al gran público, no es un ítem fundamental en la sociedad. Tal vez es obvio, porque hay cosas más importantes que resolver. Pero a la luz de los acontecimientos, y vistos como un actor político que tienen cada vez más participación e ingerencia en moldear mentes humana, bajar línea política deliberada, manipular y formar opinión (desde los secuestros y los accidentes de ruta o el humo hasta la supuesta unidad de "el campo") como lo hacen desde infobae, hasta crónica con su sangre. Confío en que nos demos cuenta que es un tema fundamental, y los que saben, opinan que no existe democracia sin una comunicación democrática, que tal como esta conformado el sistema de medios es imposible encontrar voces diversas, intercambio de ideas, debates. Parece que se basan en el viejo sistema emisor-receptor de Jakobson, donde el que recibe nunca esta capacitado para participar en la construcción del mensaje. Los medios se convirtieron en escenario políticos a los que asistimos nosotros, alegremente como teleespectadores, para que los debates sean un achatamiento. No hay diversidad cultural, como es evidente, pero tampoco hay diversidad política.

Yo creo que esa idea en política de medios va a tardar bastante en madurar en la sociedad, hasta que se llegue a un punto límite, y llegado el momento no sé si Estenssoro nos va a salvar.
Saludos.

Oscar Cuervo dijo...

Fede:
yo creo que lo que ha pasado en estos últimos meses con los medios es impresionante y un ejemplo de manual de lo que es la manipulación colectiva. Tenemos un límite: estamos todos implicados en una disputa que excede la cuestión mediática, porque es política, cultural, económica. Pero aislar el rol de los medios durante estos 120 días, le permitiría a un observador neutral sacar interesantísimas conclusiones. Hay un intento serio de que la lucha por el poder se dirima de aquí en más en las pantallas. Y los televidentes (ex-ciudadanos) se movilizarán orgánicamente cuando una placa en la pantalla lo disponga. El que sin proponérselo desencadenó esta nueva forma política fue Orson Welles, con su transmisión de la Guerra de los Mundos, modelo de cobertura periodística.
Y De Angeli? ¿Dónde está DE Angeli? Hace un par de días que no lo veo.

Anónimo dijo...

No llames al actor frustrado de la mesa de gorilaje porque se va aparecer... no, peor, ahora que renunció Alberto F. salieron dos ¿radicales? a hablar en cadena nacional... otro pequeño logro de Cobos...al sexto día resucitaran de entre los muertos.

Sergio Massa: ya empezó mintiendo, ¿donde vio que hay crecimiento? ¿en "La salada"?

Oscar Cuervo dijo...

Pero che, dónde está De Angeli, lo estoy extrañando.