todos estamos igual

lunes, 17 de marzo de 2008

No al cierre de los talleres barriales


(Me llegó este mensaje de Gabriela Massuh, al que adhiero: si los lectores de La otra también están de acuerdo, pueden hacerlo circular agregando su firma y DNI, para torcerle la mano a Maurizio. Firmado: Oscar A. Cuervo:)


Amigas, amigos:
nuestro benemérito ministro de cultura y turismo vuelve a tomar
una medida intempestiva y aparentemente arbitraria que dejó sin trabajo a 250 docentes de cultura. Hemos redactado esta carta con el fin de publicarla (tal vez) en Clarín, en Perfil o en alguna otra parte. Por favor, háganla circular y en caso de estampar sus firmas, no se olviden de adjuntar el número de DNI.

Muchas gracias y saludos,

Gabriela Massuh

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El gobierno de la ciudad decidió reducir drásticamente el número de talleres del programa cultural en barrios sin sentir la necesidad de dar cuenta de las razones de esta medida de manera convincente y clara.

La reiteración de actitudes intempestivas en ciertas decisiones de la Secretaría de Cultura de la Ciudad es causa de preocupación. Esta conducta revela que el concepto de "cultura" que tienen los nuevos funcionarios no incorpora una de las funciones fundamentales de las políticas culturales modernas: la integración social. Creado en 1984, el Programa Cultural en Barrios fue desde entonces muy exitoso; sucesivos gobiernos de diferente signo político lo mantuvieron, convencidos de que facilita el acceso a la cultura de vastos sectores de la población, superando la oposición elitista y arcaica entre "cultura alta" y "cultura baja".

En las actuales condiciones de disgregación de las tramas sociales el programa en barrios merecería ser ampliado, no cercenado. Es necesario que se mantenga la oferta de cursos, siguiendo un criterio diferente al que seguiría una institución privada; que se abra una amplia consulta con los profesores de los cursos, cuya experiencia de trabajo en barrios no puede ser pasada por alto ni mucho menos estigmatizada con acusaciones imprecisas. En el caso de que existieran profesores del programa que no hubieran cumplido con sus tareas o que hubieran incurrido en otras irregularidades, estos casos tienen un trámite administrativo normal, pero no deben afectar el programa ni mucho menos convertirse en excusa para achicar la oferta de cursos y su diversidad.

Si el gobierno de la ciudad reduce el programa cultural en barrios porque tiene un proyecto diferente, antes de implementarlo debería explicarlo con claridad y demostrar las ventajas de los cambios. No es aceptable que, en nombre de "otro" programa, se desmantelen cuerpos docentes y se frustre gravemente el derecho de los habitantes a un acceso plural a la cultura, radicado en un espacio próximo, y con profesores que vienen probando su eficiencia desde hace tiempo.

Beatriz Sarlo DNI 4441283
Gabriela Massuh LC 6389691
Alejandro Tantanian DNI 17788654
Lorena Damonte DNI 25296034
Pablo Ratto DNI 20343426
Oscar A. Cuervo 12088986

... y las firmas que se agreguen.

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