todos estamos igual

jueves, 28 de febrero de 2008

Chimpancés


En la revista Ñ del pasado 23 de febrero dice el historiador argentino Tulio Halperín Donghi:

«Mi sincera opinión del peronismo –creo que no tengo ningún motivo para cambiarla –es que es un mamarracho. Pero no es mía la definición. Es de Lily O 'Connell, la hermana de Arturo, que estaba en la Embajada de Washington. Cuando vino Cámpora y con él volvieron los peronistas, ella de pronto se preguntó por qué tanto problema con los peronistas: "Dicen que son comunistas. Eso es un disparate. Otros dicen que son fascistas, pero media Argentina es fascista, incluso los no peronistas" . Y agregaba: "Hasta que llegaron y los vi, con sus bigotes de escobillón. . . " ¡Son los mismos mamarrachos de siempre!».

Podría pensarse que se trata de un exabrupto, viniendo de un prestigioso intelectual, referente máximo de la historiografía argentina actual. Claro que en el concepto “mamarracho” no habla la ciencia historiográfica, sino que se trata de la opinión de un particular, por más prestigioso que sea. Estas palabras quizá hubieran provocado en otros momentos del país una gran polémica, pero en este caso no pasó nada. Raro, si consideramos que el actual gobierno es peronista y si hacemos caso de lo que dicen representantes de la oposición como Elisa Carrió y periodistas prestigiosos como Mariano Grondona, Quintín o Jorge Fontevecchia acerca del carácter autoritario del gobierno. ¿Será que no pasa nada porque en realidad el gobierno no es peronista? ¿O porque siéndolo, no es autoritario y exabruptos como el de THD pueden emitirse sin que siquiera despierte ninguna réplica? ¿Será porque lo que diga THD no le importa a nadie? ¿Será que THD no es un intelectual importante? ¿Todo eso junto o un poco de cada cosa?

El antiperonismo que expresa THD parece gozar de una salud tan buena como el clásico antiperonismo denominado por décadas “gorilismo”.

Precisamente: unos días antes de que se publicaran estas declaraciones, el actual director de la carrera de Sociología de la UBA, el sociólogo
Lucas Rubinich respondía a una pregunta de otro Halperín (Jorge, periodista de Página 12):

«-(...) venimos a las elecciones presidenciales de hace algunos meses, octubre de 2007, en las que se dijo que volvió un clima de “gorilismo”. ¿Qué significado tiene esto hoy?


–Yo creo que el significado es básicamente antipopular. En este caso no es sólo el que rechaza a los sectores populares, sino, en particular, al peronismo. Ya que el peronismo es identificado con cierto desorden, con prácticas políticas non sanctas, con una serie de cosas que no se adhieren a una idea más abstracta de lo republicano, una idea de escritorio o de tablero. La política real siempre tiene una serie de dificultades, pero uno se encuentra con que la mirada antikirchnerista había provocado como reacción una Coalición Cívica que integraba a distintos sectores, que coincidían básicamente en su antiperonismo. No había que hacer demasiado esfuerzo para encontrar cierta connotación antipopular en esa alianza. Igual, sigue teniendo cierta zona de ambigüedad.

–Ahora se critica el autoritarismo...

–Ahora hablan del autoritarismo, y realmente me parece que utilizar esa terminología es, como se dice, gastar pólvora en chimangos. Después de toda la experiencia cruel que tuvo la Argentina con las dictaduras, blandir la palabra “autoritarismo” de una manera inconsciente e irresponsable porque tengo un estilo más o menos simpático con los periodistas, me parece que es una exageración.


–Hasta escuché a un sociólogo, como Manuel Mora y Araujo, que desde un lugar distinto me dijo: “Volvió el voto antiperonista”.

–Bueno, estoy de acuerdo. Admito que son generalizaciones, pero efectivamente, es verdad: sectores medios que miran con cierta desconfianza al peronismo pueden haber utilizado nuevamente los argumentos del antiperonismo. Tal como se presentó en los medios la idea, y tal como fue la estrategia de la oposición, consistió en captar un voto decididamente antiperonista. Ese voto antiperonista anclado en sectores medios que miran con desconfianza a lo que ven como autoritarismo no elegante, y, sobre todo, asociándolo a las relaciones que tenía Néstor Kirchner con Hugo Chávez, puede asustar a una cantidad importante de sectores medios y reproducir algo del espíritu del voto antiperonista.»




Difícilmente alguien acepte hoy ser gorila. Y, salvo excepciones como las de THD o tal vez Juan José sebrelli, es difícil encontrar que algun político diga ante los micrófonos que es antiperonista (otra cosa es lo que dicen cuando los micrófonos no funcionan). Lo más común es escuchar una reivindicación del pueblo peronista, como dice una
asidua comentadora del blog de Tomás Abraham,

«...si bien no soy peronista, soy solidaria con quienes llamo “peronistas de alma”, aquellos que sienten al peronismo como un movimiento que ayudó a que una clase desposeída y maltratada finalmente comenzara a ser tenida en cuenta …. los que no me gustan nada son algunos de sus corruptos y oportunistas dirigentes…»

¿Será esta una forma soterrada del gorilismo, que dice ser solidaria con quienes al mismo tiempo se subestima, ya que se los considera incapaces de advertir que sus dirigentes son corruptos y oportunistas?

Tomás Abraham decía en noviembre de 2007, en las
notas políticas (oct/nov de 2007) publicadas en su página web:

«Gorilismo: Sobre un concepto perimido

«Interpretar la realidad política argentina, además de la elección reciente, en términos de peronismo-antiperonismo es instalar una opción que no tiene vigencia desde hace cuarenta años. El doble del tiempo que se tomaron los radicales para dirimir su personalismo o antipersonalismo después de Yrigoyen. El dilema postperonista termina con el Cordobazo y la renuncia del General Onganía que prepara el retorno de Perón. A partir de ahí, 1969, nace la guerra civil peronista ampliada –hasta ese momento había sido una guerra sindical– por la que el movimiento es objeto de la lucha entre facciones castristas, neotacuaristas, falangistas, nacionalistas, etc. Durante el Proceso es Massera quien trata de apropiárselo mediante la alianza con grupos del lorenzismo y de los montoneros. En veintitrés años de democracia el peronismo fue menemismo luego de haber intentando un cambio renovador con el manzanismo y el grossismo. Durante Menem, el peronismo se hace neoliberal y trata de iniciar lo que Jorge Castro llamó una “revolución conservadora”, moderna en la economía y tradicional en lo cultural: es decir nacionalista y macartista. Fue más bien farandulera.

«El carapintadismo y el seineldinismo se hacen peronistas, Rico es peronista, Macri fue simpatizante peronista gracias a Menem, lo mismo Daniel Scioli y su imprevisto hermano José, Patti, Reuteman, Palito, el mismo Narváez que cantaba la marchita por los pueblos de la provincia, por supuesto Lavagna, Mendiguren, Alberto Fernández y Cavallo, Cavalieri, Quindimil, Solanas, Valeria Mazza, de Vido, Sofovich, todos los caudillos del NOA. Por lo tanto no puede haber antiperonismo ni gorilismo porque hace rato que no existe el peronismo. Lo que sí existe es la simbología peronista que permite que sectores dominantes se legitimen en una historia de hace sesenta años de la que han hecho leyenda protectora para sus intereses. Y funciona, no por definición de movimiento, que por su voracidad digestiva todo lo traga y acomoda, sino por ser albergue permanente de todo tipo de saqueadores, unidad básica de oportunistas y trepadores mediáticos, coleccionistas de almanaques antiguos, doctores en Realpolitik, tangueros de la lealtad, frepasistas sushi, rentistas temerosos, hechiceros y megalómanos, además de los antiimperialistas de tablón. En síntesis y para citar a David Viñas: el peronismo es el sentido común de los argentinos.»



Y bien: ¿qué pasa con el gorilismo? ¿es un conceptto perimido? ¿o es una fuerza operante en la politica argentina actual? ¿son las declaraciones de THD el exabrupto de un dinosaurio en extinción, que no se vincula de ninguna manera con el renacimiento del gorilismo del que habla Rubinich?

Hace poco, en una discusión yo admití que el término gorila resulta un tanto inadecuado para caracterizar a una posición política actual. Ya no existen gorilas, porque tampoco existen los peronistas. ¿O seguimos gobernados por peronistas pero ya no hay gorilas?

Pero en la historia las cosas nunca desaparecen del todo, sino que mutan. Muchos dicen “peronismo” y tienen una representación lineal, filtrada por el sentido común y el imaginario de las señoras que llaman a las radios en los programas matinales. Enseguida piensan “gordos”, “choripán”, “manada”, “clientelismo”. O como dice THD: “mamarracho”. Esa reducción de un objeto complejo no creo que sea inocente. Si hay algunos conceptos en la política argentina que hay que problematizar, uno es este: “peronismo”. Es casi más un tema para filósofos que para politólogos o historiadores (dada la pobre idea que puede aportar el pope máximo de la historiografìa argentina).

Está claro que el peronismo no es hoy exactamente lo mismo que era en 1945 o en 1973. Pero eso no quiere decir que se haya extinguido en la nada. ¡Qué va! Sigue siendo el único sector político que puede gobernar en la Argentina durante períodos completos mediante elecciones libres. Esto no quiere decir que siempre vaya a ser así, ni que estos gobiernos sean necesariamente buenos. Pero creo que la política pasa por articular poderes (a menos que alguien piense que ir a hacer vaticinios a los programas de tv sea hacer polìtica) y eso nadie ha demostrado saber hacerlo mejor que los peronistas en la Argentina de los últimos 50 años.


Bien, así como el peronismo ya no es lo que era, pero sigue siendo algo en la Argentina, así los gorilas de ayer (Aramburu, Rojas, Alsogaray, Grondona, Halperin Donghi, Martinez de Hoz, Sebrelli, etc.) no son lo mismo que los x de hoy, pero en algo se le parecen. ¿Qué hacemos? ¿Inventamos una nueva palabra? ¿Neogorilizamos? ¿Chimpanceamos? ¿Lilitamos? ¿Grondonamos? ¿Fontevecchiamos?

OSCAR ALBERTO CUERVO

35 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, en la actualidad persiste un discurso reduccionista que no da cuenta de la complejidad del peronismo.Es difícil abordarlo y es una buena propuesta para la filosofía, aunque habría que ver desde qué marco ideológico se lo piensa.
Por lo pronto, me resultaron muy graciosos esos neologismos para definir las mutaciones de gorilismo.Estamos rodeados de mutantes...

Juan Gonzalez del Solar dijo...

El idiota es idiota, la bala es bala y la bandera no modifica la muerte no querida de nadie.

¿Que nadie más puede gobernar este país fuera de los peronistas? Puede ser, seguro, pero eso es también y por sobre todo gracias a la forma en la que ellos han estructurado el país. Luego, la pregunta que no se responde y que pone en jaque todo pensamiento, qué es el peronismo.

Se puede seguir debatiendo acerca de unos y otros, pero la realidad es que quienes están mal cada vez están peor, y eso no parece que vaya a cambiar se llame como se llame el gobierno de turno.
Creo sí que se podría trabajar desde otro lugar el trato desde el Gobierno porque eso es una forma de educar, tal vez la más directa atento a que parece que siempre hay algo más urgente que lo más importante de todo.

Hay algo sí que me preocupa por sobre todo de lo que origina esta nota, la cantidad de animales que parecen gozar con que las cosas le vayan mal al que piensa distinto, incluso cuando ese está al frente del Gobierno.

Anónimo dijo...

La única división grosera que trazaría es la siguiente: los que votan a los malos conocidos de siempre porque "son los únicos que pueden gobernar", y "roban pero hacen", y los que se animan a ir para adelante y votan algo distinto para tener una República de verdad y no un mamarracho de país. Si hablamos de peronismo, pregunto: ¿peronista en serio no sería distribuir el ingreso, hospital y escuela pública, puestos de trabajo? Acá peronismo es tener una máquina que gana elecciones, hace la plancha, no dialoga, y es muy corrupta.

Oscar Cuervo dijo...

Anónimo:
peronista en serio... para empezar habría que ver quién es el que puede decir que es un peronista en serio. Los que de antemano creen que los peronistas son los malos conocidos, los ladrones y todas esas cosas que vos les atribuís parece que ya han cerrado la posibilidad de pensar de un modo complejo sobre una fuerza política que gravita decisivamente en la historia del país.

Decir que el peronismo tiene aún esta presencia (presencia que le otorgan discursos como el tuyo, demonizadores de un sector muy grande de la poblacion que vota peronismo o subestimadores de otro sector muy grande que parece que se deja engañar por los peronistas)
y que nadie desde otro sector político acierta a neutralizar una fuerza tan nociva como la vos describís, debería llevarte a pensar entonces qué es la sociedad argentina para que aún no se haya podido desactivar al peronismo (y mirá que lo intentaron y lo volvieron a intentar tantas veces!).
¿Te interesa la política? ¿Votás por esos partidos que proponen algo distinto? (Pero cuál es ese partido que propone algo distinto?)
Y no se te ocurre refinar tu pensamiento para ver por qué las fuerzas que vos apoyás no llegan? ¿No puede tener que ver con algo que esas fuerzas no hacen o no entienden o no son capaces de hacer?
¿O la culpa de la impotencia de los no peronistas es también de los peronistas? Cuando llegamos a ese punto de satanización (la culpa de los males del país la tienen los peronistas y el resto de las buenas gentes que somos nosotros no tenemos nada que ver), cuando se llega a ese enunciado, además de la pobreza de pensamiento político que implica creer que las cosas sean tan simples, además de eso, me parece que ahí está hablando un prejuicio llamdado gorilismo. O chimpancismo.

Juan Gonzalez del Solar dijo...

La cuestión no es quién demoniza a quién o si los "no-peronistas" (habría, reitero, que primero delinear qué es un peronista) son incapaces por responsabilidad propia o compartida (creo que ambas); la cuestión es que todos demonizan al otro, destratan al otro, y ni siquiera en un blog se puede discutir entre tres personas con un poco de respeto y en búsqueda de encontrar similitudes que, creo, existen mucho más que las diferencias: todos queremos más o menos lo mismo.

El camino seguro no es este y por este seguro es imposible.

Anónimo dijo...

Muy de acuerdo con González del Solar. Y con Oscar Cuervo en que si hay un tema para problematizar ése es el peronismo. Ahora bien, creo que tu planteo, Oscar, es demasiado simplista, ya que paradójicamente vos mismo decís que se trata de un tema muy complejo. El hecho de que el peronismo sea el único partido o movimiento o como se llame capaz de gobernar es lo mismo que decir que Stroessner (tan amigo de Perón) o que Fidel Castro o que Stalin fueron los únicos capaces de gobernar en sus respectivos países. En la Argentina de los últimos 50 años, los poderes que están detrás del poder sólo han dejado gobernar, en elecciones libres y períodos completos, a los peronistas. Y me parece que los otros partidos no han tenido la astucia de crear un movimiento obrero tan compacto y tan masivo donde se es peronista o no se es. No han tenido la astucia del hegeliano Perón que ponía primero la Patria, después el movimiento y por último los hombres, en una maravillosa inversión de valores, como si la Patria no fueran los hombres y el movimiento no fueran los hombres. No, hay que sacrificar cuanto se pueda a los miserables hombres para satisfacer la sed y el hambre de esos Moloch sangrientos. Y lo peor es que de tal inversión lo único que supimos conseguir es un país que no tiene ni movimiento ni Patria. De manera tal que los jefes del movimiento obrero, los gremialistas defensores de la clase obrera, se cagan (perdón por el exabrupto) en todos los obreros juntos y son zorros genuflexos ante los poderes de turno, sobre todo si son militares, sobre todo si son genocidas. Claro que son buenos peronistas, supongo, porque cuando los “peronistas de alma” se hacían matar por defender al general, el general se rajaba en una cañonera porque (¡alma cándida que cacareaba el cinco por uno!) no quería ver derramamientos de sangre. Después, lo que vivimos fue un derramamiento tras otro de una sangre de la que nunca nadie se hizo cargo. Claro que dio dignidad al obrero, pero a cambio el obrero daba la vida por Perón. También los montoneros eran “soldados de Perón” hasta que se convirtieron en “estúpidos imberbes” y siguiendo el ejemplo del maestro permitieron que se amontanaran montañas de cadáveres para hacer después sus negocios en alegre alianza con el “enemigo”. Así entendieron ellos (como el devoto Menem y la jerarquía eclesiástica) el amor al enemigo y el perdón. En fin. Sé que me fui de mambo. Que adjetivé mucho más de lo que ha menester un análisis sereno. Y seguiría hasta quién sabe…. Pero es la una y casi media de la madrugada y me tengo que levantar temprano. Por ahí, la seguimos mañana.
Escribo con la opción anónimo, que es lo único que me sale para entrar en el blog pero firmo con seudónimo, porque quizá no sea yo la misma que escribió esto.

Anónimo dijo...

Me parece que no se pueden obviar datos de la realidad como la pauta oficial que sostiene diarios, la compra de votos, los escándalos de corrupción...

Ser gorila es tonto, porque es tonto estar contra algo y no a favor de algo. No creo que nadie esté tan cegado como para estar contra alguien.

Sería bueno saber si podés exponer esa supuesta complejidad del peronismo e ilustrarnos.

Además de fundamentar tus oscuras sospechas sobre la fabulosa reducción de la cosa peronista.

Hay que articular poderes, sí. Pero no venderse ni rosquear con mafias. Hay que trabajar, no tomar el atajo.

Anónimo dijo...

Parece que el cansancio me hizo olvidar hasta de escribir el seudónimo. Soy Tatiana. Y te mando un beso, Oscar.

Anónimo dijo...

en realidad no creo en los peronistas, ni en los seres humanos, prefiero los animales, pero de verdad.
saludos

Oscar Cuervo dijo...

Bueno, no sé si hablo con una Tatiana o con distintos anónimos: ¿todos los anónimos son de Tatiana o hay varios? Yo les propondría como metodología que, si no quieren firmar con su nombre, porngan al menos un nick como para saber a quién contestarle.

Así que supongo que le hablo a Tatiana:
Tus comparaciones de los diversos gobiernos peronistas con Srtoessner, Stalin y Fidel me parecen poco precisas conceptualmente: tené en cuenta que el peronismo perdió limpiamente contra Alfonsín y ganó limpiamente toda otra vez que aquí hubo elecciones libres. Si te interesa la política, no creo que pudas desdeñar este dato tan fácilmente. Acá hay otros partidos (muchísimos), todos difunden sus ideas libremente, importantes diarios y renombrados periodistas han estado y están en contra de este gobierno y lo expresan con total libertad. ¿Hay persecusión a los disidentes? ¿Hay matanzas masivas paar reprimir a algún pueblo sublevado? ¿Hay campos de concentración? Me parece que no hay todo eso, así que la comparación con Stroessner y Fidel me resulta exagerada y no ayuda a que nos encaminemos a una discusión más precisa.

Yo te aclaro: no tengo un especial afecto por Perón, no considero que le haya "dado" dignidad al obrero, porque la dignidad no se "da" graciosamente desde el poder. Creo que Perón tuvo en su gobierno rasgos autoritarios. Los montoneros nunca me simpatizaron, creo que los miembros de su conducción política fueron aventureros, oportunistas y de una ideología sinuosa.

Pero cuando miro para el otro lado... ¡ay! Que vos digas que en los últimos 50 años los poderes detrás del poder siempre estuvieron detrás del peronismo me lleva a pensar que sos muy joveny que te pasaste por alto dos detalles: la revolución libertadora (con sus bombardeos a la población civil y sus fusilamientos y los 18 años de proscripción del peronismo) y la dictadura del 76 (un proceso diseñado para borrar de la sociedad argentina la modernización social construida durante el primer peronismo).

Supongo que no pensás que los gobiernos de Aramburu y Videla fueron peronistas; y espero que no desconozcas que atribuir "las matanzas" al peronismo y no decir una palabra de la libertadora y Videla suena raro.

El tema de la complejidad del peronismo antes de que yo me ponga a escribir una sola línea ha sido pensado y escrito por muchos, hay bastante para leer: Jauretche, Hernandez Arregui, J. W. Cooke, también lo escrito en la revista Contorno por el grupo de Viñas, Massota, Correas y... Sebrelli! Está Los cuatro peronismos de Horowicz (que no es precisamente complaciente con el peronismo). Martinez Estrada escribió "¿Qué es esto?" (un título muy bonito para hablar de peronismo). Y en literatura: Lamborghini, Perlongher, Copi, Rodolfo Walsh, Enrique S. Discépolo, Saccomano, el propio Piglia de "La Argentina en pedazos" (apasionante). Te diría que no pierdas de vista la obra cinematográfica de Leonardo Favio (el más grande genio del cine argentino). también podés considerar la obra plástica de Osvaldo Santoro. Me parece que si considerás los planteos de alguno de todos esos que te nombré (y agregás por supuesto a Halperín Donghi, Mariano Grondona, Quintín, Elisa Carrió, como no), vas a vislumbrar algo de la complejidad del peronismo, de su caracter ambivalente y contradictorio.

Creo que el momento actual es de mucha pobreza de pensamiento, porque en los debates políticos no se llega a rozar la riqueza de estos autores que te nombré. El debate político actual parece regido por una delirante profetiza que sólo puede sostener su discurso frente a interlocutores complacientes y una serie de columnistas que profesan un vago liberalismo (aunque muchos de ellos hayan sido cómplices de las dictaduras).

Oscar Cuervo dijo...

Y algo más para agregar: creo que si nos tomamos tiempo podemos seguir intentando dar cuenta de la complejidad de esa pregunta que remarca Juan González del Solar: ¿qué es el peronismo? no sé si hay una sola respuesta y si esta cabe en diez renglones, pero yo creo que la pregunta que hay detrás es la verdaderamente buena y difícil (¿no es lo mismo?): esa pregunta es ¿qué es el poder? Creo que hay que abandonar el terreno del comentarismo político e incluso de la historiografía para hacerla, creo que es una pregunta filosófica, que nunca ha sido suficientemente planteada (aunque es referida por Platón, por Spinoza, por Nietzsche y por Heidegger).

Creo que nos quedan dos posibilidades: o empezamos a pensar qué es el poder y quién PUEDE verdaderamente en este mundo; o si no, sigamos hablando de Antonini Wilson y del tren bala.

Oscar Cuervo dijo...

Errata: quise decir "profetisa".

Y un olvido imperdonable: estoy leyendo con cierta fascinación el libro de Horacio Gonzalez "Perón. Reflejos de una vida". Este hombre tiene una prosa un poco rara, pero atraviesa los discursos acerca del peronismo a lo largo de las décadas y se anima a transitar por sendas muy poco caminadas. Trataré de ampliar.

Juan Gonzalez del Solar dijo...

Oscar, el caso de Antonini no me parece algo tan nimio (como lo del tren bala, claro); pero no por la gravedad del caso, sino por la gravedad de su trato. Creo que es una puesta en abismo del Gobierno y ejemplifica un modus vivendi que nos termina llevando adonde estamos o al menos muestra por qué no salimos de donde estamos.

Luego de este comentario, sin duda, la pregunta es qué es y quién -más- puede tomar el poder; luego de esto, ¿tenemos un país para que llegue una forma diferente de gobierno, para que se banque lo que eso conlleve de difícil cuando haya que afrontar la realidad?
Si Menem hubiera tenido los comodities de K tendríamos plagado el país de sus estatuas, y eso no haría a su gobierno menos impresentable.

Oscar Cuervo dijo...

No, Juan, creo que es el mismo error de siempre.

Valijas nunca ha dejado de haber en la vida argentina, habría que ver cuál es su importancia relativa. Valijas llevan no sólo los peronistas, llevan todos: hay valijas en la universidad, en la academia de ciencias, en las iglesia católica, en la DAIA, en los partidos trostkistas, entre los periodistas, en los clubes de fútbol y en las discotecas. No seamos tan hipócritas, porque las valijas no trazan ninguna línea demarcatoria entre nosotros.

Lo impresentable de Menem no eran las valijas ni los comodities, tiene que ver con la destrucción del resto de autonomía política y económica que el país aún tenía, con la desocupación, con el remate de las empresas de servicio a precio vil, con el alineamiento automático con los EEUU, con renegar de los países de nuestra región, con los indultos, con una corte suprema no idónea, con propiciar la impunidad de los asesinos de la dictadura, con acatar sin discusión las órdenes de la iglesia, con dejar que los mercados predominen sobre la política, con la subordinación incondicional a los organismos internacionales.

Creo que la sensación de mejora que se experimenta en estos últimos años tiene que ver con que muchas de estas cosas cambiaron de rumbo.

Puede que varios no las consideren importantes o que crean que eran fáciles de hacer, pero nadie antes las había hecho.

Juan Gonzalez del Solar dijo...

Veo que no he sido claro cuando dije "no por la gravedad del caso". Claro que valijas manejan -y manejamos- todos; el problema es el trato, es que un funcionario llegue a la aduana e invoque el nombre de de Vido, que el gordito entre y se vaya sin que nadie la pregunte nada, que digan que lo subieron porque un pendejo de 18 años lo subió haciendo dedo en la pista, que no rodaran cuatro cabezas, que dijeran que en realidad es un infiltrado norteamericano para destruir a los rebeldes que se quieren, que D'Elía los defienda, que no lo callen, que se defiendan.
CLARO que valijas hay por todos lados, lo que jode es la forma y los resultados.

Lo que aclarás sobre Menem en nada se riñe con lo que yo dije; estamos de acuerdo. Apunté que, si hubiera tenido esta realidad, todo lo que mencionás se hubiera ocultado de otra manera.

Yo creo que la sensación de mejora no es tal, que hay más resignación y menos ganas de decir algo, que tienen la prensa bien comprada, una billetera importante y que la realidad no cambió tanto.
Claro que no es poco tener las cosas más o menos entre riendas para un país que vivió el '89 y el '01; claro que hay muchas cosas que han mejorado y que no son peores que varios y mejores que muchos, pero eso no me alcanza.
A mí no me gusta este gobierno, punto; eso no me hace más idiota que nadie que piense distinto. Y no descubro nada diciendo que los gobiernos en este país se conocen pasados unos años; al respecto, le tengo mucho menos miedo que a otros.

Pero, reitero, se hace necesario que entendamos lo que el otro dijo y no montarnos sobre una palabra y desde ahí; nos pasamos diez minutos explicando.

Oscar Cuervo dijo...

Yo creo que cambió mucho: la desocupación bajó de un modo drástico. La autoridad política ha sido restituida (veníamos de gobiernos que duraron meses, o semanas o días y la radio informaba cada media hora que el riesgo país había subido, ¿te olvidaste?).

El estado argentino pidió perdón a las víctimas por el genocidio cometido hace apenas 30 años y los juicios a los criminales tomaron impulso.

Hay una corte suprema insospechable de hacer la vista gorda con nadie, porque está formada por los juristas más respetados.

Hay una buena cantidad de prensa opositora y hasta automáticamente opositora. Vos debés escuchar las radios, la tv y los diarios del país y lo que predominan son las críticas, se machacha constantemente contra la inseguridad y se pide más mano dura. ¿Dónde está la prensa comprada? ¿Qué prensa no puede decir lo que quiere? ¿La nación? ¿Ambito? ¿Perfil? ¿Lanata? ¿Grondona? ¿Vos ves que los titulares de Clarin sean favorables?

¿Está severamente afectado el derecho a manifestarse en contra? ¿No encuentran acceso los opositores a los grandes medios? ¿Hay algún político o partido proscripto?

Yo lo que digo es que no se disfrace de falta de libertad lo que solo es incapacidad para plantear proyectos alternativos. Cuando aparezcan otros mejores, la gente seguro los apoyará.

Anónimo dijo...

Soy Tatiana que escribió a la 1:24 y a la 1:29 del 29 de febrero. Después hubo anónimos intercalados.
Oscar, no soy joven. Soy vieja. Lo que quise decir es que el hecho de gobernar con continuidad no implica que se sea capaz de gobernar bien. Creo que Hitler también ganó en elecciones libres y con mayoría arrolladora. Corregime si me equivoco. Y elegí a propósito personajes tan disímiles justamente para acentuar eso. No hablé de las dictaduras militares, no porque las haya pasado por alto sino porque ellos fueron el enemigo del pueblo más fácilmente identificable y jamás, que yo sepa, llevaron como estandarte las banderas del amor al pueblo. Por eso ellos fueron y son enemigos, no traidores. Supongo que honrosas excepciones habrá. No las conozco, a menos que me remonte a San Martín o al general Belgrano que era abogado. También habrá algún lector que me desasne. Y por último, lo que quise enfatizar fue precisamente el carácter esencialmente ambivalente y contradictorio de Perón, que parecen haber aprendido todos sus herederos, y que es la imposible alianza con Dios (de labios para afuera) y con el diablo. Cosa que por otra parte no es patrimonio exclusivo del peronismo. ¿Hace falta aclararlo? Lo que pasa es que es del peronismo de lo que estamos hablando. ¿O no?

Anónimo dijo...

Escribí el comenario "satanizante", luego el de la "complejidad", y otro más que se debe haber perdido en el aire. El peronismo debe tener una historia intrincada, pero hoy yo no le veo misterio, mística, ni visión. Por otra parte, me interesa más el futuro de la oposición que el pasado del peronismo.

En el debate político actual no veo tanta chatura como EXCUSAS, cuando no hay cortinas de humo cegándonos.

Tampoco creo que haya gorilismo y ahora que noto que me pueden tirar por la cabeza esa categoría, hasta me dan ganas de serlo en serio, pero no voy a caer en la reacción.
Mi desprecio se dirige a un sistema clientelista y unos dirigentes truchos, no a un sector social. Los que los votan, los que votamos, lo hacemos por el que mejor creemos, y nos informamos tanto como podemos.

El gobierno de K me ilusionó en sus comienzos, parecía que iban a cambiar un montón de cosas, pero se terminó quedando. No solo me alarman sus deficiencias sino sus silencios y mentiras.

Creo que hay que observar lo que pasa en Rosario, en Sta. Fe, en Tierra del Fuego, en Capital (aunque aquí ya estemos al tanto de turbiedades) y donde sea que haya nuevos dirigentes. Este podría ser el comienzo de una oposición ya no solamente discursiva.

Anónimo dijo...

Oscar, cuando aparezcan proyectos mejores ¿la gente los apoyará? ¿Vos también creés que el pueblo nunca se equivoca y que vox populi es vox Dei? Seriamente no creo que lo creas. Lo que pasa es que este es un blog de amor y de odio y cuando se desbocan nos hacen decir hasta lo que sabemos que no sentimos.
Un abrazo. Tatiana.
(¿Cómo y dónde se pone el nick?)
Tatiana

Oscar Cuervo dijo...

Tatiana la de la 1:29:

la comparación con Hitler me parece, por los mismos motivos que la anteriores comparaciones con Stalin y Stroessner, desatinada. Al menos si querés echar un poco de luz sobre el tema y no embrarrar la cancha: ya te dije las diferencias sustanciales con ese tipo de regimenes: el peronismo no montó campos de concentración, no provocó una guerra mundial, no mató a 6.000.000 de personas, no aniquiló brutalmente a los opositirores, en el peronismo siempre hubo prensa opositora, etc, etc.

Así que creo que tu comparación no ayuda a seguir la discusión por un camino interesante, si no a desviarnos en aclaraciones innecesarias. El cumplimiento de los plazos constitucionales de los gobiernos peronistas pos-dictadura se lograron sin interrunpir el orden constitucional, sin cerrar el congreso, sin proscribir a la oposición, ni censurar a los medios. Para hacer una comparación, deberías hacerlo con casos análogos y no con regímenes políticos totalmente distintos, porque si no es una simple chicana.

Además dije que debías ser joven ya que hablase de "matanzas" en el país endilgándoselas al peronismo y ni siquiera aludiste a la libertadora y Videla...

Finalmente a mí me interesa el caracter esencialmente ambivalente y contradictorio del PERONISMO y no de Perón, que es más bien un problema de su psicólogo o de su biografo. Todos los seres somos ambivalentes y contradictorios, acá estamos hablando de movimientos políticos.

Oscar Cuervo dijo...

Minima Moralia:
al menos yo no dije que tenga una historia intrincada, ni misteriosa ni mística. Esto no tendría nada que ver con lo que a mí me interesa señalar: su caracter contradictorio (lo cual es problematizable racionalmente, a diferencia de lo místico). No estoy hablando de características estéticas ni religiosas, sino políticas.
No tengas miedo de que te tilden de gorila: si estás tentada de serlo, gorileá nomás.

Los gobiernos de Capital y Santa FE no son nuevos desde ningún aspecto que los mires. Y tienen una relación con el gobierno totalmente distinta (el de Tierra del Fuego y el de Santa Fe ´dialogan con el gobierno; de Macri... qué podés decir? nueva política? ja!)

Ojalá de alguno de todos ellos salga una oposición que pueda ser alternativa real al actual proyecto, ojalá hagan las cosas mejor que estos´. Por ahora, son una expresión de deseos, pero si de ahí sale algo bueno (y nuevo como vos decís) yo los voy a apoyar.

Oscar Cuervo dijo...

Tatiana:
cuando la gente vislumbre una posibilidad de estar mejor, los apoyará, la gente no es estúpida, sobre todo porque "la gente" no es una masa homogénea. Por supuesto que "la gente" se puede equivocar: pensaron que De la Rúa podría gobernar y después tuvimos que pagarlo todos con creces.
Yo no confío en "la gente".

Pero menos que menos confío en los gorilas.

Oscar Cuervo dijo...

Quise decir: pero menos confío en los gorilas.

Anónimo dijo...

Ay, Oscar, no me saques de quicio porque yo te admiro mucho. ¿Cuántas veces habré de repetir que no estoy comparando regímenes sino el hecho de ganar elecciones o tener el apoyo popular.
Tatiana.

Oscar Cuervo dijo...

tatiana:
es que no podés hacer comparaciones de elecciones sin tener en cuenta los contextos. Acá tienen vigencia las garantías individuales y eso es lo que hace a la diferencia. No se puede hacer cualquier comparación.

Un aviso a todos lo que comenten:
como ya los comentarios están empezando a ser muchos y lleva mucho tiempo responder uno por uno, voy a empezar a hacer un uso acotado de mi participación en ellos. Voy a mandar comentarios cuando tenga aclaraciones imprescindibles y voy a dejar este espacio para privilegiar la expresión de los visitantes.

Y voy a dirigir mis intervenciones fundamentalmente a los posts. Así que si no le contesto a alguno, no crean que los estoy agreteando

saludos

Anónimo dijo...

El eterno problema: ser o no ser gorila, cuando dejaremos de lado este tipo de chicanas que no conducen a nada, realmente...

Temo que pasen 30 años más y los argentinos sigan parándose en la vereda de la verdad que a cada uno le conviene.

Miremos alrededor, si es que los ojos funcionan en sintonía con una realidad demoledora, hoy, ayer en el 2001 o en los horrores del 76, porque pareciera que no terminamos de caer.(Eso sí, la mayoría muy contenta de poder volver a tarjeatar y a salir de Vacaciones a Mar del Plata)

Claro que el peronismo sigue siendo "algo", en ese algo se perdió otro "algo" que nos pudiera haber llevado a una situación diferente:
no creer que ver a la gente revolviendo basura en todos los rincones de las ciudades o viviendo en las calles, es parte del horizonte prometedor que nos tiene reservado este o el gobierno que sea.

Oscar Cuervo dijo...

Ser o no ser gorila: ¿una chicana?
Quitá la palabra gorila y busquemos otra mejor. ¿Vos creés que se trata de palabras? ¿Vos no percibís que hay un encono, una lucha, que atraviesa la realidad? ¿Pensás que "los argentinos" vamos algún día a dejar de estar en veredas opuestas? Hmmmm...

Anónimo dijo...

Como nadie me dice como se resuelve lo del nick, voy a seguir escribiendo por anónimo, pero soy Tatiana. Estoy completamente de acuerdo con a.s.límite porque la realidad que describe y otras mucho peores son las que suceden minuto a minuto, mientras nosotros escribimos cómodamente frente a nuestras computadoras. Los peronistas son los únicos que pueden gobernar porque desde la caída de la dictadura militar son los únicos a quienes se les permite gobernar.
No estoy afiliada a ningún partido político. No lo digo porque sea una virtud, sino para mostrar que no me mueve ningún interés sectario. Y reconozco que el gobierno de Kirchner tuvo ciertos logros importantes en el campo de la violación de los derechos humanos con el juicio de algunos genocidas. También en la mejora de la situación de los docentes y sobre todo de los jubilados que antes del gobierno de Kirchner vivían una situación más que vergonzosa,incalificable. Pero lo demás, todo sigue igual. Los cartoneros, los piqueteros, los chicos de la calle, el crimen, la impunidad, el estado de miedo permanente, que ya nadie pueda sentarse con sus hijos en el umbral de su casa, que ya no alcancen alarmas ni puertas blindadas ni nada. Vivimos enrejados por dentro y por fuera y no nos damos cuenta. ¡Otra que la imaginación al poder! Los delincuentes, los criminales en cada cuadra de nuestros barrios al poder. Por eso, tampoco veo que sea tan errada la opinión de Martínez Estrada de que los argentinos hemos vivido siempre cerrando los ojos a los deberes de una vida superior. Y por eso hemos tenido los gobiernos que nos han desgobernado, incluyendo a De la Rúa y Alfonsín.
Hoy nuestra presidente o presidenta comparó las zonas liberadas de los genocidas con las zonas liberadas para el narcotráfico y la delincuencia actuales. Y me preguntaba ¿Qué hizo su marido en estos años para que esas zonas ya no estén liberadas? Es decir, yo no me hago cargo, vos tampoco, nadie se hace cargo de nada. Es cuestión de sentido común admitir que los ojos no funcionan en sintonía con una realidad demoledora justamente porque los tenemos cerrados.

Oscar Cuervo dijo...

Tatiana:
vos decís que nadie te lo explica, pero en las Instrucciones de la derecha lo dice clarito:
"2. En los círculos que se encuentran abajo, hay varias opciones: Google-Blogger, Nombre o Anónimo. Clickear la opción elegida. (...) Si se elige el Nombre, en la ventana que sale ponerlo, y no es necesario agregar dirección."

Oscar Cuervo dijo...

Tatiana:

Yo no escribo cómodamente, escribo incómodo, de eso es de lo que estoy hablando. Vos tampoco escribís cómoda, se nota en tu escritura. No creo que tener una computadora sea haber accedido a una comodidad, esa es una de las tantas mentiras que el sistema te vende: que la comodidad se puede comprar.

Trato de hablar de eso cuando escribo de los living-rooms, allí no te garantizan ninguna comodidad, e incluso tu living puede convertirse en el peor de tus infiernos.

Y mientras te sentís acosada por el Otro que asecha (los delincuentes, los criminales a los que esperás con horror), puede que estés durmiendo con el enemigo; o mejor aún: que vos seas tu peor enemigo.

No es fácil entender eso, pero cuando se empieza a sospecharlo, dejás de tenerle tanto miedo a los Otros y dejás de esperar que te defienda la policía.

saludos

Anónimo dijo...

Oscar, estoy de acuerdo con vos en todo lo que decís. Pero si a eso mismo le agregás todas las torturas políticas y sociales que venimos padeciendo, vivir se va volviendo intolerable. Porque convendrás conmigo en que hay algunas cosas importantes que se pueden solucionar y no existe ninguna voluntad de hacerlo. No sé si vos, pero yo viví en una ciudad donde la gente se sentaba con sus sillas a conversar en la vereda, con las puertas de sus casas abiertas, y me cuesta mucho no sentir cierta melancolía por ese tiempo que existió. Sobre todo porque parece cada vez más imposible que se pueda volver a sentir esa confianza.

Oscar Cuervo dijo...

Tatiana:
en mi barrio, Pompeya, la gente se sienta en la calle, mucho menos que antes, porque la vida está diseñada de otra manera y muchos estamos mirando la tele o internet. Eso es un cambio antropológico y sospecho de que debe ser parecido en cualquier lugar del mundo. ¡Eso no es por el gobierno, Tatiana!
Yo ya lo dije en otro lado: camino por la ciudad desde hace varias décadas, viy de San Telmo al centro y de Villa crespo a mi casa, llego a las 3, 4, 5 de la mañana. Y nunca -debo agregar: gracias a Dios- sufrí ningún tipo de susto, excepto en la época en la que los militares metían miedo y balas: eso era inseguridad.
Que me disculpen los hombres y las mujeres informadas por mi seguridad. Tengo incertidumbres en mi existencia, pero al salir a la calle no siento miedo.
Tatiana: no serás vos de las que miran mucho canal de noticias, cin un mismo asalto rotando cada media hora?
saludos

Anónimo dijo...

OAC:

Que pienses que quien escribe estas lineas y antes otras, es gorila, me parece una provocación. Pero la misma ya está elaborada y no hay ninguna tentación reactiva. Sí, disculpame, pensaba que eras más juicioso. No es serio decirle gorila a cualquiera que no apoye a K, o sospechar de. (¿Pero quién no es serio de vez en cuando?) Aunque no niego que hay miedo y resentimiento contra y hacia gente pobre.

Al final lo mejor de tu producción en estos comentarios me parecieron tus apuntes sobre el otro. Humildemente, me parece que el mejor camino es por ese lado, y no por el de la obsesión con los "gorilas".

Siempre me pregunto ¿para qué comentar? ¿qué gano? ¿para qué arriesgarme a quedar como un idiota? ¿Me están usando para disparar municiones guardadas? Si puedo estar tranquilo leyendo... Pero también se aprenden cosas sobre el mundo y sobre uno mismo. Pero también el precio es demasiado alto. Demasiada sospecha, demasiada acusación, demasiada prisa.

También en estos días he recordado al extraño sabio que habló de odiar a los amigos y amar al enemigo. Y de que si no te mata, te fortalece.

No sé si seguimos.

Oscar Cuervo dijo...

m.m.:

Te respondo suponiendo que sos el o la Minima Moralia de más arriba (por ahora el debate tiene la dificultad de mencionar al interlocutor con nicks que aparecen o no).

Vos habías dicho "ahora que noto que me pueden tirar por la cabeza esa categoría, hasta me dan ganas de serlo en serio, pero no voy a caer en la reacción".

A esas ganas tuyas, yo les respóndí, restándole gravedad a la tentación: "No tengas miedo de que te tilden de gorila: si estás tentada de serlo, gorileá nomás."

Esa respuesta es convertida en tu último mensje en "Que pienses que quien escribe estas lineas y antes otras, es gorila, me parece una provocación", lo cual tiene una notoria falta correspondencia con mi respuesta. Así que los motivos de sentirte víctima de una ofensa no son justificados.

Hasta ahora la discusión se movió alrededor de dos caracterizaciones "peronismo", "gorilismo". Estas caracterizaciones no fueron creadas aquí, sino que estuvimos preguntando por su vigencia o su caducidad. Así que yo no encuentro que le haya dicho gorila a alguien y menos que menos porque no apoye a K. Nunca estuvo planteado así: si seguís la continuidad de los comentarios y los posts, vas a ver que esa presunción no se sostiene.

Si me señalás otro momento donde yo le dije gorila a alguien por "no apoyar a K", lo vemos.

saludos

Anónimo dijo...

CREO QUE EL GORILISMO VA MÁS ALLÁ DEL PERONISMO O NO PERONISMO. iNCLUSO EXISTÍA ANTES DEL PERONISMO y EL REQUISITO INDISPENSABLE PARA SER GORILA ...ES SER MALA PERSONA. eXCLUIR A LOS DEMÁS , SEGREGAR, MANEJARSE CON PRECONCEPTOS.
pOR ESO NUNCA cORTAZAR PUEDE SER GORILA, SI gRONDONA QUE TIENE EL CORAJE DE HABLAR DE LAS DICTADURAS.eL QUE COLPEÓ LAS PUERTAS DE LOS CUARTELES.